El pasado día 12 de octubre, festividad de Ntra. Sra. la Virgen del Pilar, se cumplían 110 años del final de las obras del Palacio Gaudí, en la ciudad de Astorga. La efeméride nos ofrece la oportunidad de recordar algunos datos de esta obra del genial artista catalán Antonio Gaudí y Cornet, obra que le encargó el Obispo diocesano Mons. Juan Bautista Grau, natural de Reus (Gerona), al haber sido destruido por un incendio el palacio episcopal en que residía. Corría el año 1886.
Gaudí viajó a Astorga dos años después para conocer el solar y el contexto físico donde se habría de situar el nuevo edificio. Una vez el Ministerio dio el visto bueno al proyecto presentado, y una vez hecha la subasta y encargada la construcción al contratista D. Policarpo Arias en la cantidad de 168. 520 pesetas, se colocó la primera piedra el 24 de junio de 1889. Desgraciadamente, la previsión de concluir la obra en junio de 1894 se vino abajo, en primer lugar, por el fallecimiento del Prelado el año anterior a esa fecha y, en segundo lugar, por el enfrentamiento del arquitecto y la Junta Diocesana.
Después que Gaudí renunciara al cargo, fue nombrado arquitecto D. Ricardo García Guereta, natural de la diócesis de León. Las obras concluyeron el 12 de octubre de 1913, siendo obispo diocesano D. Julián de Diego y Alcolea. Después de un largo período de cierto abandono, Mons. José Castelltor, natural de Igualada, hizo algunas adaptaciones en el piso segundo con la intención de habitarlo. Su repentino fallecimiento lo impidió. Finalmente, D. Marcelo González Martín, tomó la decisión de habitar en el Seminario, convirtiendo el Palacio en sede del Museo de los Caminos que abrió sus puertas a las visitas el año 1964.
Al interés arquitectónico del edificio, se añade, pues, el museístico, con la exposición de obras de gran valor artístico, destacando la “Pieza del mes”. Sin olvidar el Museo Lapidario fundado el año 1912 en el sótano del edificio. La arquitectura del mismo recuerda los modelos de arquitectura romana realizada a base de materiales sencillos como la piedra y el ladrillo. Entre las obras expuestas, destaca el Millario romano, hito de granito que se colocaba al borde de las calzadas para marcar las distancias.
El que desee conocer a fondo tanto el contexto, como la historia y la construcción del edificio, puede consultar el libro oficial del Palacio, escrito por el doctor en historia D. Jairo Álvarez Fernández, natural de Villamor de Órbigo, y presentado públicamente el mismo día del 110 aniversario del final de la obra.
Si esta efeméride ha sido y es motivo de alegría para nuestra Diócesis y para nuestra ciudad, no menos lo es la Ordenación diaconal que va a tener lugar el domingo 15 de octubre, en la S.A.I. Catedral de Astorga, a las seis de la tarde.
Necesitados de testigos del amor de Dios y de ministros de Cristo servidor, la Ordenación de Gonzalo Vitoria Bores constituye un maravilloso regalo de Dios que nos lleva a la gratitud hacia Él y hacia aquellas personas que han sido sus mediadores: su familia, su parroquia de Castro Urdiales, el colegio y las religiosas que lo acompañaron, el Seminario y sus formadores, las parroquias donde ha realizado el aprendizaje pastoral…
Os invito también a uniros conmigo en la oración que pronunciaré en la Plegaria principal de la Ordenación, pidiendo al Señor que “resplandezca en él un estilo de vida evangélica, un amor sincero, solicitud por pobres y enfermos, una autoridad discreta, una pureza sin tacha y una observancia de sus obligaciones espirituales… y que, imitando en la tierra a su Hijo que no vino a ser servido sino a servir, merezca reinar con él en el cielo”. Amén