La secretaría del arzobispo mayor de Kiev-Halych, Sviatoslav Shevchuk, ha publicado la carta de respuesta del papa Francisco al prelado tras los últimos ataques
A final de año el arzobispo Sviatoslav Shevchuk escribió a Francisco para informarle de las consecuencias del último ataque con misiles ocurrido el 29 de diciembre. Tras un nuevo ataque perpetrado por los rusos el segundo día del año, el Pontífice respondió a la misiva afirmando que las operaciones bélicas «son innobles, inaceptables y no pueden justificarse de ninguna manera».
Francisco lamenta que, «en un contexto internacional cada vez más dramático, la guerra en Ucrania corre el riesgo de convertirse en una guerra “olvidada”. Sin embargo, es nuestro deber no permitir que caiga el silencio, no simplemente mantener vivo el horror ante acontecimientos tan trágicos, sino, sobre todo, involucrar a todos los responsables y a la comunidad internacional en la búsqueda de soluciones pacíficas». Por su parte, promete continuar lanzando «vibrantes llamamientos para que cese el choque de armas en Ucrania y se inicien caminos hacia una paz justa».
Y reitera su «cercanía a la atormentada Ucrania» y que desearía «llorar a los muertos y encomendarlos a la misericordia de Dios, consolar a los heridos y abrazar a todos los que sufren de cualquier forma». Así mismo, ha recordado al arzobispo que «estoy cerca de los pastores que intentan dar esperanza a las personas en una situación que parece cada vez más desesperada».
El mismo día que envió la carta, el papa Francisco recordó el conflicto durante la audiencia de ese 3 de enero con estas palabras: «La guerra es una locura, la guerra es siempre una derrota. Oremos. Rezamos por la gente de Palestina, de Israel, de Ucrania y de muchos lugares donde hay guerra».