Católicas y científicas: Katarina Pajchel, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Además de la patria del padre de la astronomía moderna – el presbítero católico Nicolás Copérnico – Polonia es el lugar de nacimiento de Katarina Pajchel, religiosa dominica que se encuentra entre los mil científicos de 27 países que están colaborando en el experimento que trata de recrear el Big Bang – o Gran Pum, cuya teoría fue propuesta por el también presbítero católico Georges Lemaître- en Suiza, mediante el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), del cual el sincrotrón recientemente inaugurado en España, llamado Alba, es tan sólo una pequeña copia.
El LHC es el mayor acelerador de partículas del mundo y fue puesto en marcha por el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear. A los dominicos, fundados por el español santo Domingo de Guzmán, también pertenecieron nada menos que san Alberto Magno, autor más importante de la Edad Media en Ciencias Naturales, y su discípulo santo Tomás de Aquino.
Katarina Pajchel comenta sin rubor que cuando fue a decidir qué estudiaba, pensó en la física y en cómo podría ser útil al servicio de la Iglesia Católica y del ser humano: “…Después de todo, de la elección de una vida religiosa que nace de una sed de Dios, bien podría haber escogido Teología, o trabajar en el área humanitaria, o estudiar Humanidades. Sin embargo, elegí seguir mis estudios en Ciencias de la Naturaleza, porque creo que es importante tanto para la Iglesia como para nuestra cultura…”. Al ser preguntada sobre si la física fortalecía su fé, contestaba en la misma entrevista que “…la organización de las cosas en la Naturaleza y su belleza me hacen confirmar la imagen que tengo de Dios y mi relación con Él, de lo que hay entre una criatura y su Creador. Esta relación fue vital para la mística Santa Catalina de Siena. La Naturaleza es fascinante y a mí, como creyente, me habla de Dios. Enriquece mi profesión de Fe y mi oración…”. La entrevista la realiza Didrik Søderlind, y fue publicada en el “International Dominican Information”, y transcrita en Vida Nueva (nº 2629) en 2008.
No cabe duda de que su vocación religiosa está ligada a la física cuando comenta “…La naturaleza no es divina, pero es creada por Dios. Él es trascendente, es el autor de la Creación y ésta refleja algo de la esencia divina, su razón y su orden. Esta Fe, en un orden racional, fue una motivación importante cuando comencé a preguntarme sobre la Naturaleza”.
Las mujeres fueron las primeras en ir al sepulcro, y por ello las primeras en conocer la Resurrección de Cristo nuestro Señor, y también las primeras en anunciar el Evangelio, siendo por ello las primeras en experimentar el rechazo de la incredulidad…y aguantaron la vela…seguramente por amor a su Maestro. Resucitó!