El doctor Pablo Verdier Mazzara, uruguayo, residente en Chile desde 1996, es médico psiquiatra por la Universidad de la República, Montevideo, y con estudios de post-grado en filosofía y en Psicoterapia Simbólica, actualmente es académico de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Presidente de la Asociación de Psicología Integral de la Persona (APSIP). Es un psiquiatra católico que ha editado el libro “Psicología y psiquiatría: Textos del Magisterio Pontificio” en la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC).
Se trata de un libro más que recomendable para los profesionales del sector, en el que al igual que ocurre con su editor, la ciencia y la fe se dan la mano, y es entonces cuando se ven con claridad los límites de la ciencia. Sí porque la persona humana es algo más que materia. Es cuerpo, alma y espíritu, y la mental es., como toda enfermedad, un período de prueba para el que la padece, período permitido por Dios para la conversión de quien lo padece, esto es, para volverse a Él, a su Dios, y así pueda ser experimentada su Gloria. También es tiempo de prueba para quienes rodean al enfermo, ya que este tipo de trastornos son desconcertantes en grado sumo, y pesa sobre ellos una estigmatización fuerte. No basta para minimizarla el número de enfermos mentales en el mundo (centenares de millones). No ayuda nada en quien las padece que se les anime diciendo ‘pero si no tienes nada…?. Estas y otras reflexiones ya las ha hecho la Iglesia Católica, y las ha expresado a través del Primado de Pedro, y están ahí, todas recogidas en esta magnífica obra. Por ello el Dr. Verdier debe ser reconocido, no sólo porque con su condición de psiquiatra católico da testimonio de que la fe y la ciencia son compatibles, sino porque demuestra con la edición de esta obra la valentía de hacer público tal hecho, además de realizar un importante servicio, especialmente recomendable para los profesionales del sector, sobre todo para aquellos que profesan la fe católica. El abordaje de la enfermedad mental desde el catolicismo puede ser, de llevarse a cabo, completo, pues no sólo capacita a quien la sufre de la posibilidad de sanación, si no que dota a la misma de valor y sentido si es que la enfermedad ha venido a quedarse.
Han sido muchos los Papas que han invitado a todos los profesionales pero en especial a los católicos a no perder de vista jamás la dimensión espiritual de la persona, dado que el hacerlo no les beneficia en absoluto, y soslaya el importante aspecto moral de la persona, reduciendo a meras técnicas todo lo que ocurre. El texto es también de utilidad para enseñar en base a doctrina segura cómo actuar ante la enfermedad mental sin olvidar la importantísima faceta espiritual de la persona. No duda en plantear el Dr. Verdier que una cura a fondo de una dolencia de estas características, no digamos si se vuelve crónica, requiere del conocimiento del que la Iglesia disfruta tanto por experiencia como por Revelación.