“Diarios 1979-1981” de Carmen Hernandez (1930-2016), por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
El viernes 30 de junio a las ocho de la tarde en la Unievrsidad Francisco de Vitoria de Madrid se presenta el nuevo libro de la BAC “Diarios. 1979-1981”, escrito por Carmen Hernández, en una edición que han preparado Javier Sotil y Ezechiele Pasotti, presbíteros de la Iglesia Católica. Una nota de Kiko Arguello, cofundador del Camino Neocatecumenal con Carmen Hernández, abre el texto, y en ella Kiko reconoce estar sorprendido y lleno de admiración por la que durante 50 años ha sido su compañera de evangelización, y a la que no duda en calificar de santa a la luz del sufrimiento que los textos permiten vislumbrar.
En su prólogo el Cardenal Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española, indica que el libro contiene hechos, recuerdos de personas, pero sobre todo manifiesta la relación de Carmen con Jesucristo. Al haberla conocido el cardenal personalmente hace cincuenta años y haber seguido de cerca las vicisitudes de su vida, resulta a mi juicio de especial interés que subraye la relación directa del Camino Neocatecumenal como fruto del Concilio Vaticano II. Del mismo modo menciona la relación de Carmen con la teología, y con el Concilio Vaticano II de la mano del prestigioso liturgista Mosén Farnés, recientemente fallecido. Coincido con el Cardenal Blázquez en la sorpresa que me ha producido el sufrimiento interior de Carmen. Ya me la produjo el leer “Anotaciones” de Kiko Arguello. Ambos, Kiko y Carmen, han proyectado una imagen que no hacía percibir a quienes les veíamos de lejos el sufrimiento interior que la misión encomendada por el Señor de abrir la primera iniciación cristiana post-bautismal de validez universal para la Iglesia Católica les comportaba.
A lo largo del texto se puede hacer uno idea de las idas y venidas, del no parar de Carmen, a pesar de apetecerle mucho hacerlo. Abandonada a la voluntad de Dios y con una llamada muy fuerte a las misiones desde pequeña, con una sólida formación intelectual provista de la mano de sus padres, que se preocuparon de dársela a ella al igual que a todos sus hermanos, de dársela -¡ojo!- igual a niñas que a niños, en una época en la que no era esa precisamente la norma, y que le permitió a Carmen cursar la primaria y el bachillerato en los mejores colegios y, posteriormente, con traslado a Madrid incluido para poderlo hacer posible, licenciarse en Ciencias Químicas y, más tarde, siendo ella religiosa de las Misioneras de Cristo Jesús, cursar Teología, llegó a pasar toda su vida en la Iglesia Católica al servicio de los demás.
Esta nueva publicación podría situarse dentro de la actividad de Nueva Evangelización a través de la cultura que el Camino Neocatecumenal viene desarrollando a través del arte y la arquitectura –con las pinturas de Kiko Arguello y la construcción de iglesias y demás edificios para albergar seminarios misioneros Redemptoris Mater, o casas de convivencias como la Domus Galilaeae en Israel- de la música –con la reciente creación de la Orquesta Sinfónica del Camino Neocatecumenal, y la sinfonía de “El sufrimiento de los inocentes” compuesta por Kiko que es interpretada dentro de una original Celebración Sinfónico Catequética en la que se pretende que la música subraye la Palabra de Dios que se proclama antes de la música, celebración por cierto que acaba de ser llevada a cabo en Trieste (Italia), con homenaje incluído a los judíos y todos los hombres, mujeres y niños, fallecidos en la “Risiera di San Sabba”, único campo de concentración nazi en Italia- y de las múltiples actividades realizadas de modo espontáneo por muchos de sus miembros, que son de utilidad para implantar ese atrio de los gentiles –como lo denominó en su día el Papa Emérito Benedicto XVI- donde poder salir al encuentro del hombre moderno –como no se cansa de decir el Papa Francisco- que no sabe que busca a Cristo.