El Santo Padre ha recibido en audiencia a los Colegios Pío Latinoamericano, Pío Brasileño y Mexicano en el Vaticano
El Papa Francisco ha recibido este jueves en audiencia a los Colegios Pío Latinoamericano, Pío Brasileño y Mexicano en el Vaticano. El Santo Padre les ha indicado que «Dios nos ha llamado a ser sus hijos y, de entre ellos, nos encargó una tarea peculiar, que nos acerca más a Él: entregarnos por los demás». Es una de las frases más impactantes del discurso que el Pontífice ha entregado esta mañana a las 275 personas reunidas en la Sala Clementina del Vaticano.
Francisco ha explicado además que cada hombre, cada mujer, cada niño que se presenta ante nuestros ojos, deben ser «la razón de ser de cada sacerdote», así como «el objeto de su amor, pues en ellos realizamos este servicio que el Señor nos pide».
El sacerdote debe actuar in persona Christi
El Papa también les pide a los sacerdotes del continente americano «hacerse Verónica de cada rostro y de cada lágrima», pero ¿cómo se hace esto? El Papa lo ha explicado de manera sencilla expresando que «en primer lugar, con la oración, presentando cada situación concreta a la presencia de Dios: “Señor, el que tú amas, está sufriendo”. En segundo lugar, con la ofrenda oblativa, eucarística, de todo nuestro ser. Cuando Jesús nos dice: «¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?» (Mt 20,22), no busca una mera disponibilidad teórica al martirio, sino una radical aceptación de que estamos aquí para hacer su voluntad y renunciar a la nuestra. Nuestros estudios, nuestro trabajo y nuestro descanso; cada decisión, sea vital o cotidiana, todo está en función de este servicio. Y, en tercer lugar, con la humildad, sabiéndome en camino, necesitado de esa oración, más incluso que los que he sido llamado a servir. No desestimen el poder de la intercesión de aquellos que Dios ha puesto en su camino: de sus formadores, de sus compañeros sacerdotes, de su entorno más cercano».