“Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos” (Mc 9,35)
- ¿A qué se debe esa ansia desenfrenada de ser el primero en el deporte, en la canción y en la influencia encontrada en las redes sociales?
- ¿Conocemos a algunas personas que se hayan distinguido por su decisión de servir humilde y generosamente a los demás?
- ¿No parece escandaloso que Jesús afirme que, para ser el primero, uno ha de convertirse en el servidor de los otros?
- ¿Es posible dedicar la vida a servir a los demás sin que haya por medio un contrato y un buen salario?
- ¿Y aun cuado haya un salario, no se dan en nuestro ambiente personas que, aparentando servir a otras, terminan por despojarlas de sus bienes o de su privacidad?
- ¿Cuáles deberían ser las cualidades de ese servicio a los demás que Jesús propone a sus discípulos?
- ¿En qué gestos puedo reconocer que en verdad yo he decidido dedicar mi vida a servir a los demás?