“Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20,22-23)
- ¿Qué importancia puede tener al final del evangelio según Juan esa “entrega” del Espíritu Santo por parte de Jesús resucitado?
- Si el Espíritu estaba presente en la creación del mundo, ¿qué puede significar esta “segunda creación” que se debe al Espíritu?
- Se suele decir que el Espíritu Santo es el gran desconocido. ¿Se puede decir eso de la fe y la espiritualidad de cada uno de nosotros?
- En muchos lugares hemos visto surgir y prosperar el movimiento pentecostal y los grupos carismáticos. ¿Qué influencia han tenido en nuestra comunidad?
- ¿Qué relación puede tener la entrega del Espíritu Santo con el poder o el servicio de perdonar los pecados?
- ¿Qué implica para las personas y las estructuras de hoy esa autorización que Jesús concede a sus discípulos para “retener” los pecados?
- ¿En mi oración personal pido yo al Señor que me conceda la gracia de percibir ese “soplo” con el que me envía cada día su Santo Espíritu?