“El primero entre vosotros será vuestro servidor” (Mt 23,11)
- Parece que es connatural a la persona pretender alcanzar la prioridad en algún campo o dedicación. ¿Qué valor y que riesgo puede tener esa inclinación?
- ¿Se puede desear ser el primero en algo sin perder la propia dignidad y sin ofender a los demás?
- ¿El amor a Dios y el amor al prójimo serán inconvenientes o apoyos para conseguir la prioridad que deseamos?
- Jesús pide a sus discípulos que, en lugar de intentar colocarse en el primer puesto, intenten aprender a servir a los demás. ¿Nos parece una petición absurda?
- ¿Por qué nos cuesta tanto reconocer que el Maestro, que nos aconseja servir a los demás, nos ha dado su ejemplo de servicio?
- ¿Qué consecuencias traería para el mundo y para las comunidades y para nuestras familias aceptar el valor de este consejo de Jesús?
- Y yo personalmente, ¿estoy tratando de aprender a ponerme al servicio de mis hermanos, incluidos los que me resultan menos simpáticos?