El obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha fallecido este sábado en Bilbao, según ha informado la diócesis guipuzcoana. El prelado se encontraba ingresado en el hospital de Basurto tras sufrir hace unos días un ictus severo.
El obispo de San Sebastián, Fernando Prado, ha recordado su figura y su influencia: «Me enseñó la importancia de cuidar la vida interior y de la oración constante, como aquello más necesario en la vida de todo sacerdote. Ya obispo, su única recomendación fue la de querer siempre a todos, más allá de toda circunstancia».
En la red social X, Prado ha añadido: «Descanse en Paz este siervo fiel de Dios. Toda mi admiración y gratitud a quien ha sido desde mi juventud un verdadero Padre, hermano y amigo, imagen preclara del Buen Pastor. ¡Hasta el cielo!».
La Misa exequial tendrá lugar el lunes a las 17:00 horas en la basílica de Nuestra Señora de Begoña (Bilbao), donde fue ordenado obispo, y presidida por el obispo de la diócesis, Joseba Segura. Después, los restos mortales serán trasladados a Frúniz (Vizcaya), donde descansarán en el panteón familiar del cementerio.
El marte 20 de febrero se celebrará una Eucaristía funeral solemne en la catedral del Buen Pastor de San Sebastián a las 19:00 horas, presidida por Fernando Prado Ayuso.
Biografía
Juan María Uriarte nació en Fruniz (Vizcaya) el 7 de junio de 1933 y fue ordenado sacerdote el 28 de julio de 1957. Es Licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas y en Psicología por la Universidad de Lovaina. Fue formador en el Seminario Menor de Bilbao, así como director espiritual del Seminario Mayor de Bilbao (1963-70).
El 17 de septiembre de 1976 fue nombrado obispo auxiliar de Bilbao y consagrado el 11 de octubre de ese mismo año. El 17 de octubre de 1991 fue trasladado a Zamora. Nombrado obispo de San Sebastián el 13 de enero de 2000, tomó posesión el 27 de febrero de ese mismo año, diócesis de la que estuvo al frente hasta 2010.
En la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis (1978- 1981), de la Comisión Episcopal de Universidades (1978- 1990), de la Comisión Episcopal del Clero (1990-1993) y presidente de esta última comisión desde 1993 y hasta 1999. Entre 199 y 2002 estuvo en el Comité Ejecutivo de la CEE.
Fue autor de distintos libros, entre ellos, Ministerio presbiteral y espiritualidad (Idatz, 2000), Ser sacerdote en la cultura actual (Sal Terrae, 2000), Una espiritualidad sacerdotal para nuestro tiempo (Sal Terrae, 2011). Seguidores y Servidores de la Palabra de Dios (Idatz), El celibato (Sal Terrae, 2014) o La reconciliación (Sal Terrae, 2013).