El Papa señala tres itinerarios a los católicos de un país fuertemente secularizado: evangelización, alegría y misericordia
El segundo día del papa Francisco en Bélgica comenzó con un encuentro con los representantes de la Iglesia en el país —obispo, sacerdotes, religiosas, seminaristas, agentes de pastoral—, a los que señaló tres caminos a seguir: evangelización, alegría y misericordia.
«El primer camino que estamos llamados a recorrer es la evangelización. Los cambios de nuestra época y la crisis de la fe que experimentamos en occidente nos han impulsado a regresar a lo esencial, es decir, al Evangelio, para que a todos se anuncie nuevamente la buena noticia que Jesús trajo al mundo, haciendo resplandecer toda su belleza. La crisis —cada crisis— es un tiempo que se nos ha ofrecido para sacudirnos, para interpelarnos y para cambiar», ha dicho sobre el primero.
Sobre el segundo, ha explicado: «No se trata de las alegrías asociadas a algo momentáneo, ni de consentir los modelos de evasión o de diversión consumista; sino de una alegría más grande, que acompaña y sostiene la vida, inclusive en los momentos oscuros o dolorosos, y esto es un don que viene de lo alto, de Dios. Es la alegría del corazón suscitada por el Evangelio, es saber que a lo largo del camino no estamos solos y que aun en las situaciones de pobreza, de pecado, de aflicción, Dios es cercano, cuida de nosotros y no permitirá que la muerte tenga la última palabra».
Finalmente, la misericordia: «No se olviden: Dios perdona todo, Dios perdona siempre, Dios nos justifica con su misericordia, es decir, nos hace justos porque nos da un corazón nuevo, una vida nueva».
Con los universitarios
Más tarde, después de encontrarse con personas sin hogar y visitar la tumba del rey Balduino, Francisco mantenido un interesante encuentro con universitarios, con los que ha hablado de diversas cuestiones: el papel de la mujer, el cuidado de la creación o la coherencia.
También se ha referido a la verdad, porque sin ella «nuestra vida pierde sentido». «El estudio tiene sentido cuando busca la verdad, y buscándola se comprende que estamos hechos para encontrarla»