El Sucesor de Pedro, además de ser la cabeza del Estado llamado Ciudad del Vaticano, es sobre todo el líder espiritual y el guía de la Iglesia, que es como una barca en medio del «mar del mundo», unas veces sereno y otras tantas turbulento.
En la cotidianidad ese liderazgo y servicio se concretizan en acciones de impacto global, porque cuando el Papa, con su corazón de padre y pastor, se dirige a un pequeño grupo; nos está hablando a todos; o cuando abraza a un enfermo, está abrazando a todos los enfermos de este mundo.
Así podemos entender mejor las audiencias pontificias que Francisco sostiene con diferentes tipos de personas, personajes y agrupaciones.
Por ejemplo, la semana pasada recibió en audiencia a los participantes del II Encuentro Internacional para Rectores de Santuarios, y en su discurso comentó las tres razones por las que los cristianos van a un santuario, es decir: para rezar y experimentar misericordia; para ser consolados; y para mirar al futuro con mayor confianza.
Días más tarde, el 16 de noviembre, Francisco recibió a un centenar de sacerdotes hispanos que trabajan en Estados Unidos y en esa oportunidad les exhortó a dedicar más tiempo a la oración, a evitar ser arribistas, a consolar el dolor de los que sufren, a actuar contra la injusticia, y a promover la interculturalidad. Francisco les interpeló diciendo: «Si no rezas, si no adoras, tu vida vale poco».
Y es que, además de las audiencias generales de los miércoles, las audiencias privadas son numerosas y muy variadas, en esta crónica semanal mencionamos a los peregrinos de una diócesis filipina, a los participantes de un encuentro italiano para la tutela de menores y personas vulnerables, o a los miembros de la asociación de otorrinolaringólogos y médicos pediátricos. A todos ellos el sucesor de Pedro les ofreció una palabra de ánimo y de consejo, que también sirve a cada miembro de la Iglesia.
Pero, a nivel informativo, destacó la noticia de que, este miércoles, el papa Francisco se reunirá con familias de rehenes israelíes en Gaza y con familias de palestinos. La Oficina de Prensa, al confirmar la noticia, aclaró que se trata de un encuentro de carácter humanitario y que el Papa desea mostrar su cercanía a todos, sea cual sea su religión.
En otro orden de temas, el domingo 19 de noviembre fue la Jornada Mundial. En esta ocasión el Papa celebró una misa y en su homilía citó a san Ambrosio, quien enseñó que la pobreza sigue siendo un escándalo y que tendremos que dar cuentas ante Dios quien nos preguntará: «¿Por qué han tolerado que muchos pobres muriesen de hambre, cuando poseían oro con el cual procurar comida para darles? ¿Por qué tantos esclavos han sido vendidos y maltratados por los enemigos, sin que nadie se haya preocupado de rescatarlos?».
Después de la Misa dominical, el Papa rezó el ángelus desde su ventana que da a la plaza de San Pedro y, una vez más, exhortó a la paz recordando que «en la guerra solo ganan los fabricantes de armas». Momentos después, Francisco almorzó en el Vaticano con más de 1.200 pobres de Roma.
Posdata
Ahora que es oficial el nombre del nuevo presidente de Argentina, todos nos preguntamos qué pasará. Y mientras una nueva pieza de tango suena en Sudamérica en favor de la alternancia, nos despedimos hasta la próxima semana.
Ariel Beramendi es sacerdote y comunicador