Este documental italiano sale al paso de tanta ignorancia y nos brinda una auténtica clase magistral de demonología católica
En los últimos años, se han estrenado numerosas películas de terror protagonizadas por demonios, exorcistas, y seres diabólicos. Sin embargo, a pesar su supuesto carácter sobrenatural, nada tienen que ver con la teología católica, y son más bien grotescas caricaturas del mal, absolutamente alejadas del que describen las Escrituras. Solo hay algún título esporádico que no ofende el sentido común y que ofrece un retrato medianamente aceptable de lo que es una posesión diabólica o la práctica de un exorcismo. Este documental italiano sale al paso de tanta ignorancia y nos brinda una auténtica clase magistral de demonología católica impartida por varios sacerdotes italianos que han recibido de sus respectivos obispos el ministerio del exorcismo. Lo que a priori podría parecer una película truculenta y desasosegante, es en realidad una catequesis muy pedagógica y, sobre todo, luminosa sobre la doctrina católica referida al maligno.
El documental comienza por el principio, es decir, parte de la explicación bíblica y teológica de la existencia y naturaleza de ángeles y demonios, aclarando lo poco o mucho que se sabe de la realidad de dichos seres de carácter espiritual y de su historia y papel en la economía de la salvación.
En un segundo momento, el documental de Giovanni Ziberna y Valeria Baldan expone las formas diversas en las que el mal puede intentar interferir en nuestras vidas, desde las tentaciones ordinarias a los extremos casos de posesión, para terminar con la explicación litúrgica y teológica del Ritual de Exorcismos.
Como trasfondo a todas las explicaciones, los intervinientes en la película siempre dejan claras dos cosas: que Cristo ya venció al demonio, y que, por tanto, es falso ese planteamiento presente en tantas películas por el que parece que nos movemos en un mundo en el que el bien y el mal son equidistantes, en el que Dios y el demonio luchan como iguales. La otra cuestión es que no hay exorcismo válido fuera de la comunidad de la Iglesia, previniéndonos contra la proliferación de sanadores y chamanes de toda índole cuya presencia es creciente en nuestra sociedad. En ese sentido, la película también advierte sobre las modas esotéricas y orientalistas, y en el tramo final nos ofrece una maravillosa explicación sobre el poder de la Virgen sobre satanás. Una película, sin duda, muy interesante.