Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Montserrat, un referente milenario

En el clima gozoso del tiempo pascual, en medio de la primavera, esta semana la sagrada liturgia nos ha invitado a celebrar la fiesta de los dos patrones de Cataluña: san Jorge, patrón secundario y la Virgen de Montserrat, patrona principal de Cataluña . Ayer tuve la alegría de presidir la celebración de la Eucaristía, con motivo de la solemnidad de la Virgen María en el monasterio de Montserrat, acompañado del Padre Abad, de la comunidad de monjes y de miles de peregrinos.

La fiesta de la Virgen de Montserrat se celebraba, como todas las vírgenes encontradas, el 8 de septiembre, que es cuando celebramos la fiesta del nacimiento de María. En 1881, cuando el papa León XIII la declaró «patrona de todo el principado de Cataluña», se pidió que tuviera también una fiesta propia. En 1914 se decidió que el día de la celebración de nuestra patrona fuera el 27 de abril. Desde entonces, año tras año, oramos desde el corazón a nuestra patrona con los entrañables versos de mosén Jacint Verdaguer: «Rosa de abril, morena de la sierra, de Montserrat estrella, ilumina la catalana tierra, guíenos hacia el cielo».

Este año además tenemos una noticia muy significativa: el próximo 8 de septiembre arrancará formalmente la celebración del milenario del monasterio de Montserrat. En un tiempo en que aparentemente todo es huidizo, es providencial esta efeméride que nos recuerda la importancia de edificar nuestra vida sobre la roca que es Cristo.

El Padre Abad del monasterio, Manel Gasch y Hurios, en una de sus primeras declaraciones como abad, hechas en la revista Serra d’Or (n. 748) se refirió al Milenario ya la preparación de su celebración. La comunidad de Montserrat lleva años trabajando en la preparación de este acontecimiento histórico con la voluntad de ayudarnos a vivirlo con toda la intensidad, dejando que toque nuestros corazones y nuestras almas.

El Padre Abad en relación al proyecto del Milenario ha destacado la importancia de la evangelización. Asimismo, pone de relieve que Montserrat es una presencia de vida monástica en medio del mundo, una presencia de Jesucristo y de la Virgen María.

Este milenario es una oportunidad para reafirmar los valores del monasterio de Montserrat. En este sentido, hago míos los anhelos del Padre Abad sobre el servicio y la misión del santuario de Montserrat en nuestra sociedad, cuando dice: «A mí me gustaría que fuéramos un referente cristiano, un referente válido con un mensaje de Jesucristo y del Evangelio, que da felicidad y que construye la sociedad».

Estimados hermanos y hermanas, ya ven que no nos faltan motivos de oración ni de acción de gracias. Este domingo, pedimos a Santa María, Virgen, bajo la advocación de Montserrat, que nos ayude a hacer el bien, a anunciar a Jesucristo y su Evangelio, a potenciar la comunión ya rezar juntos por la tan deseada paz en el mundo.

This Pop-up Is Included in the Theme
Best Choice for Creatives
Purchase Now