“Quiero, queda limpio” (Mc 1,41)
- Nos llama la atención la confesión de fe del leproso que se acerca a Jesús pidiendo ser curado. ¿Se pueden encontrar en nuestro ambiente personas con tanta fe?
- El leproso parece preguntar a Jesús si puede limpiarlo. ¿Tenemos nosotros confianza en el poder y en la voluntad misericordiosa del Señor?
- En algunas partes del mundo se encuentran todavía numerosos casos de lepra. Pero ¿qué otras “lepras” subsisten en las sociedades que se sienten ya liberadas?
- ¿Qué impide hoy a las personas enfermas y atribuladas acercarse a Dios para implorar su misericordia y su poder?
- ¿Por qué no llegamos a considerar como una lepra los llamados pecados estructurales que corroen a nuestra sociedad?
- Jesús confió a sus discípulos la misión de anunciar el evangelio y de curar toda dolencia. ¿En qué casos debería la Iglesia mostrar la misericordia del Señor, repitiendo su mensaje: “Quiero, queda limpio”.
- ¿Confío yo en el Señor para pedirle que me limpie de esas formas de lepra que me hacen difícil la convivencia con mi comunidad?