«Al atardecer de la vida no seremos juzgados por el amor genérico, seremos juzgados precisamente por la caridad», ha dicho
El papa Francisco ha culminado este miércoles con sus catequesis sobre las virtudes teologales hablando sobre la caridad. Que es, ha dicho, el amor como virtud teologal y que es difícil de practicar, «imposible si no se vive en Dios».
«Nuestra naturaleza humana nos hace amar espontáneamente lo que es bueno y bello. En nombre de un ideal o de un gran afecto, podemos incluso ser generosos y realizar actos heroicos. Pero el amor de Dios va más allá de estos criterios. ¡El amor cristiano abraza lo que no es amable, ofrece el perdón —¡qué difícil es perdonar! ¡Cuánto amor hace falta para perdonar!—», ha subrayado.
Así, ha recordado que el amor cristiano bendice a los que maldicen, mientras que «nosotros estamos acostumbrados, ante un insulto o una maldición, a responder con otro insulto, con otra maldición».
«Es un amor tan audaz que parece casi imposible y, sin embargo, es lo único que quedara de nosotros. Es la puerta estrecha por la que debemos pasar para entrar en el Reino de Dios», ha agregado.
También ha dicho que «al atardecer de la vida no seremos juzgados por el amor genérico, seremos juzgados precisamente por la caridad, por el amor que hayamos tenido en la práctica».
Tras la catequesis, durante los saludos, ha vuelto a pedir oraciones por la paz, por todos aquellos pueblos que sufren la guerra. Se ha acordado de Ucrania, Palestina, Israel, Afganistán, Myanmar: «Recemos para que haya paz definitiva, y ninguna guerra, ninguna. Porque la guerra es siempre una derrota: ¡siempre!».
También ha pedido por Afganistán: «Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que proporcione inmediatamente la ayuda y el apoyo necesarios para proteger a los más vulnerables».
Finalmente, ha hecho un llamamiento para que se respete la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural.
