El Pontífice ha presidido una ceremonia de oración con motivo del décimo aniversario del encuentro para rezar por la paz que mantuvo con Mahmoud Abbas y Simon Peres en los jardines vaticanos
Diez años después de su encuentro con los entonces presidentes de Palestina e Israel, Mahmoud Abbas y Simon Peres —ya fallecido—, en los jardines vaticanos para rezar por la paz en Tierra Santa, Francisco ha repetido el gesto para insistir en la necesidad de comprometerse en la construcción de un mundo pacífico. «¡No dejemos de soñar con la paz y de construir relaciones pacíficas!», ha sentenciado
Bajo el olivo que plantó con los dos dirigentes en 2014, Francisco ha reconocido que reza cada día para que la guerra llegue a su fin y ha reconocido que tiene en su pensamiento a todos los que sufren, en Israel y Palestina, cristianos, judíos y musulmanes.
«Pienso en lo urgente que es que desde los escombros de Gaza se decida por fin parar las armas y, por eso, pido que haya un alto el fuego; pienso en los familiares y en los rehenes israelíes y pido que sean liberados cuanto antes; pienso en la población palestina y pido que se la proteja y reciba toda la ayuda humanitaria que necesita; pienso en los muchos desplazados por los combates y pido que se reconstruyan pronto sus casas para que puedan volver en paz», ha agregado.
Y ha insistido: «Todos debemos trabajar y comprometernos para que se alcance una paz duradera, en la que el Estado de Palestina y el Estado de Israel puedan convivir, derribando los muros de la enemistad y del odio».
También ha dicho que es necesario que Jerusalén se convierte en una ciudad de encuentro fraterno entre cristianos, judíos y musulmanes, «protegida por un estatuto especial garantizado a nivel internacional».
En el encuentro estuvieron presentes el rabino Alberto Funario, del Templo Mayor de Roma, y Abdellah Rodouane, del Centro Cultural Islámico de Italia, así como los embajadores de Israel y Palestina ante la Santa Sede. Juntos, con el Papa, regaron el olivo plantado hace diez años.
