«La religión debe ser un punto de referencia para una sociedad fraterna y pacífica y nunca un motivo de conflicto», ha señalado, en un encuentro en el que ha firmado una declaración conjunta con el gran imán del país.
La segunda jornada pública del papa Francisco en Indonesia ha comenzado con un encuentro cargado de simbolismo. El Pontífice visitó la mezquita de Istiqlal, una de las más grandes del mundo, construida enfrente de la catedral católica de Nuestra Señora de la Asunción, con la que está conectada bajo tierra por el llamado Túnel de la Amistad.
Tras recordar estas circunstancias particulares, como ejemplo de convivencia armónica entre las religiones y diversas sensibilidades espirituales. «Es un don que estáis llamados a cultivar cada día. La religión debe ser un punto de referencia para una sociedad fraterna y pacífica y nunca un motivo de conflicto», ha señalado.
Por ello, Francisco ha invitado a todos los presentes, representantes de todas las tradiciones religiosas en el país, a caminar en busca de Dios y contribuir a la construcción de sociedades abiertas, fundadas en el respeto mutuo y de amor mutuo, capaces de aislar fundamentalismo y extremismos, siempre peligrosos y nunca justificables».
Dicho esto, ha hecho dos invitaciones a los presentes. La primera, a mirar con profundidad: «Los aspectos visibles de las religiones son un patrimonio tradicional que debe ser protegido y respetado; pero lo que está debajo, es la raíz común de todas las sensibilidades religiosa en una sola: la búsqueda del encuentro con lo divino, la sed de infinito que el Todopoderoso ha puesto en nuestro corazón, la búsqueda de una alegría mayor y de una vida más fuerte que cualquier muerte».
La segunda propuesta es cuidar los vínculos. «Lo que realmente nos une es crear una conexión entre nuestras diferencias, buscando cultivar vínculos de amistad, atención y reciprocidad. […] Son vínculos que nos permiten trabajar juntos en la búsqueda de algún objetivo, en la defensa de la dignidad humana, en la lucha contra la pobreza, en la promoción de la paz», ha destacado.
Declaración Conjunta de Istiqlal 2024
En el contexto de este encuentro, el Papa y su anfitrión, el gran imán de la mezquita de Istiqlal, Nasaruddin Umar, han firmado Declaración Conjunta de Istiqlal 2024, titulada Promover la armonía religiosa por el bien de la humanidad. Un texto que lamenta la instrumentalización que, en ocasiones, se hace de las religiones y que provoca violencia y enfrentamiento.
Por contra, proponen trabajar juntos para «incluir la promoción y protección de toda vida humana», respetar la casa común ante los abusos y las consecuencias de las catástrofes naturales y el calentamiento global. Esto último, dicen, es «un obstáculo para la convivencia armoniosa de los pueblos».
Y agregan: «Dado que existe una única familia humana global, el diálogo interreligioso debe ser reconocido como una herramienta eficaz para resolver los conflictos locales, regionales e internacionales, especialmente aquellos causados por el abuso de la religión».