“No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz” (Jn 1,8)
- De Juan Bautista dice el evangelio que no era él la luz. ¿No ha habido algunas personas que orgullosamente se han considerado como portadoras de la luz para su pueblo y aun para el mundo entero?
- ¿Podríamos recordar qué consecuencias ha comportado esa creencia para esas mismas personas y para todos los demás?
- ¿Nosotros mismos no nos hemos presentado en algunas ocasiones como los auténticos portadores de la luz para iluminar a todos los que nos parecen vivir en las tinieblas?
- Pero el evangelio afirma que Juan daba testimonio de la luz. ¿Qué significa esa frase en el contexto del mismo evangelio?
- ¿Recordamos algunas personas que hayan dado en un momento concreto un verdadero testimonio de la luz?
- En esta sociedad actual ¿qué debería hacer la Iglesia para ofrecer a la sociedad un testimonio creíble y atrayente de la luz?
- Personalmente ¿no deberé hacer un buen examen de conciencia para ver cuándo y por qué he dejado de dar testimonio de la luz en algún momento de mi vida?