Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Amarás al Señor tu Dios… Y al prójimo como a ti mismo (Lc 10, 27)

Semana de oración por la unidad de los cristianos 2024

Del 18 al 25 de enero, la Iglesia celebra la Semana de oración por la unidad de los cristianos, una semana para pedir a Dios nos conceda la gracia de sentir pesar por nuestras faltas contra el amor y la unidad y nuestro testimonio fallido del amor de Dios; también para pedir al Señor ayuda de modo que, dejando a un lado las diferencias, vayamos abriendo caminos de encuentro entre las distintas Iglesias cristianas.

Con este motivo, se han preparado unos materiales de apoyo. En concreto, en este año, ha cumplido el encargo a un equipo ecuménico de Burkina Faso formado por hermanos de la archidiócesis católica de Uagadugú, de las Iglesias protestantes, de los organismos ecuménicos y de la CNN de Burkina Faso. La propia elaboración ha supuesto un verdadero camino de conversión ecuménica.

Esta nación africana, encuadrada en el África occidental, en concreto en la región del Sahel, tiene unos 21 millones de habitantes pertenecientes a unas sesenta etnias. En términos religiosos, más o menos el 64% son de población musulmana, el 6% de religiones tradicionales y el 26% cristiano, con una mayoría de católicos. Estos tres grupos religiosos están presentes en todas las regiones y familias del país. A esta diversidad se une una realidad preocupante: la grave crisis de seguridad que afecta a todas las comunidades de fe y el distanciamiento social. Este deterioro progresivo comenzó el año 2016, cuando se produjo un ataque terrorista desde el exterior, al que han sucedido sin parar otros. ¿El resultado? Más de 3000 muertos y casi dos millones de desplazados internos. Además, se han cerrado miles de escuelas, centros de salud y ayuntamientos, y se ha destruido gran parte de la infraestructura socioeconómica y de transporte.

Las propias Iglesias cristianas han sufrido ataques, a consecuencia de los cuales, han sido asesinados y secuestrados sacerdotes, pastores y catequistas. La situación ha provocado también el cierre de la mayoría de Iglesias cristianas en el norte, este y noroeste del país. La parte positiva de todo ello es que está creciendo la solidaridad entre las religiones cristiana, musulmana y tradicional, cuyos líderes están redoblando sus esfuerzos para encontrar soluciones duraderas para la paz, la cohesión social y la reconciliación. Además, las Iglesias cristianas están multiplicando su ayuda a las personas desplazadas.

El encargo de la preparación de los materiales para la campaña, realizado a las distintas Iglesias, en el contexto descrito, ha consistido un verdadero reto y, a la vez, un desafío para caminar, orar y trabajar juntas, dando un hermoso testimonio de amor a Dios y al prójimo. Por otra parte, ha sido un gran acierto la elección, como texto de referencia, del pasaje del Buen Samaritano. En este personaje, los santos padres de la Iglesia han visto representado a Jesucristo quien, compadecido del hombre herido al borde del camino, representación de la humanidad (Adán), se acercó, lo curó y lo llevó a la posada, imagen de la Iglesia.

Siguiendo las huellas de su Maestro, los cristianos, como el Buen Samaritano, estamos llamados a amar a todos, independientemente de su condición religiosa, étnica o social. Por su parte, la Iglesia tiene vocación misionera y ha de salir a los caminos a sanar al ser humano herido con el vino y el aceite de los sacramentos. Aquí nos encontramos sin duda con el ecumenismo de la acción caritativa y social. Ningún cristiano, independientemente de la familia a la que pertenezca, está excluido de este compromiso. Siendo fieles a él, haremos avanzar cada día el sueño de la unidad por el que oró Jesucristo y en el que se comprometió hasta dar la vida.

This Pop-up Is Included in the Theme
Best Choice for Creatives
Purchase Now