Católicos y científicos: Fidel Fuidio, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC*
Fidel Fuidio (1880-1936), último de siete hijos ingresó a los doce años en el Postulantado marianista de Vitoria (España). Emitió sus primeros votos en la Compañía de María en 1897. Fue profesor durante 35 años en colegios de los marianistas. Defensor de la conciliación católica entre ciencia y fe, evolución y Creación, fue asesinado durante la Persecución Religiosa Española y es beato.
Recibió religión en la escuela por un tubo, lo que no le impidió en absoluto algo más tarde licenciarse en Filosofía y Letras y doctorarse en la misma especialidad en la Universidad de Madrid, en 1934, con una tesis sobre la “Carpetania romana”. Se le considera precursor de la Arqueología Madrileña, y sus múltiples hallazgos todavía se conservan en el actual Museo de los Orígenes de Madrid, o en el Museo del Colegio del Pilar, de los religiosos Marianistas, con muchos de cuyos alumnos escavó importantes yacimientos durante su docencia en el mismo, de 1910 a 1933. Este colegio religioso fue de los primeros en España en explicar prehistoria a sus alumnos. Trabajó codo con codo con el sacerdote católico y eminentísimo paleoantropólogo Dr. Hugo Obermaier, vinculado al “Institut de Paléontologie Humaine” de Paris. Desarrolló una ingente labor arqueológica en Ciudad Real, en cuyo Museo Provincial se conservan todavía las piezas que él extrajera de yacimientos con sus alumnos del Colegio Nª Sª del Prado donde también dio clase.
Cuenta Jorge López Teulón en su magnífico artículo que a finales de junio de 1936, Fidel Fuidio fue operado de una hernia en Madrid, regresando a su comunidad de Ciudad Real en julio, aún convaleciente de su operación. Allí fue detenido por llevar un crucifijo en el pecho. Consciente de su destino, rezaba constantemente y se confesaba a menudo con los sacerdotes presos, a quienes muchas veces dijo estar dispuesto a “morir por la fe”, algo que ocurrió en una noche de octubre, en Carrión de Calatrava. Sus restos descansan en la Capilla del Sepulcro del Valle de los Caídos, por su uno de sus arquitectos discípulo de aquél.
Contrariamente a lo que la ideología laicista propaga, eclesiásticos difundieron la conciliación entre evolución y fe católica. La Iglesia nunca adoptó de manera oficial una condena a la Teoría de la Evolución, aunque sus miembros siempre hemos sabido hacer una lectura de la misma desde la fe atea o materialista es un gran error.
*Las opiniones y creencias expresadas por el autor en el presente artículo no tiene porqué ser necesariamente coincidentes con las oficiales de la institución en la que desarrolla su actividad profesional.