Católicos y científicos: Antonio Bergnes, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Este español nacido en Barcelona (1801-1879), helenista y editor, es el típico caso de personaje que ciertos historiadores no comprenden porque no puede encasillarse en la historiografía que contrapone liberalismo con catolicismo, ni en la que contrapone catolicismo con protestantismo, ni en la que contrapone ciencia y religión, ya que se trata de un católico liberal con buena relación con protestantes, defensor y propagador del evolucionismo lamarckista, algo admisible para cualquier católico practicante pero difícilmente admisible para quienes se asoman a la realidad con gafas azules y concluyen que el rojo no existe…
La contraposición que el laicismo hace de liberalismo e Iglesia Católica es algo tan extendido como falso, y remito a la obra “El catolicismo liberal en España” de Felipe-José Vicente Algueró.
La contraposición que el laicismo hace de catolicismo y protestantismo es de por sí de escaso recorrido, ya que trata en todo caso de contraponer tendencias religiosas cristianas al fin y al cabo, que el Concilio Vaticano II al declararse ecuménico indicó que debían aproximarse.
Tampoco encuadran bien a Bergnes quienes contraponen evolucionismo con Iglesia Católica. Bergnes, católico practicante, propagó las teorías evolucionistas de Lamarck, científico católico que se adelantó a Darwin, científico protestante.
Lamarck admitía, además de la existencia de Dios como creador de todo lo viviente, la transformación de unas especies en otras algo largo del tiempo, como explicación de la biodiversidad observable y de la fósil.
Crítico con aspectos arcaicos de la Iglesia Católica de entonces y contrario vehementemente contra la Inquisición – posturas ambas que hoy suscribe cualquier católico practicante- se interesó por la difusión de la Biblia, algo que el Concilio Vaticano II terminó por admitir como recomendable.
Manifestó su coincidencia y admiración por antiesclavistas como Allen, que era cuáquero, hecho que sorprenderá a algunos, y que les llevará a generar controversia en contra del catolicismo, pero visión que la Iglesia comparte absolutamente. Esta y otras anifestaciones filantrópicas, como la ayuda a los desvalidos, duran en la Iglesia Católica hasta hoy, y sostienen la mayor ONG española: Cáritas.
A Bergnes se le reconoce sensible a dar formación a los más desvalidos, actitud enraizada en la Iglesia Católica incontestablemente, ya que desde la Edad Media permitía ingresar en los Cabildos Catedralicios a quienes no podían sufragar sus estudios, actitud viva hoy en multitud de instituciones católicas incluso universitarias que dan enormes facilidades a alumnos con dificultades económicas.
Difusor pues del lamarckismo y del buffonismo, teorías elaboradas por Lamarck y Buffon, sabios católicos y científicos de formación jesuítica, fomentó así el progreso en la comprensión de los fenómenos atribuíbles a la naturaleza, creyendo que ésta se regía por el gobierno de Dios creador, algo que Lamarck y Buffon admitían y propugnaban.
Adelantado a la difusión de los antecesores de Darwin, a éste último le propagarían en España de modo conciliador con la fe un elevado número de científicos católicos de los que vamos dando cuenta en Ecclesia.