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Católicos y científicos: Florestán Aguilar, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Católicos y científicos: Florestán Aguilar, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC

Catedrático de Odontología de la Facultad de Medicina y director de la Escuela de Odontología, especialidad en la que se doctoró en la Universidad de Filadelfia, Florestán Aguilar (1872-1934) fue el creador de los estudios de odontología en España, además de dentista de Alfonso XIII, y de la familia real de Austria y de Baviera.

Además fue el principal promotor de la construcción de la Ciudad Universitaria de Madrid, hoy Universidad Complutense, de cuya puesta en marcha se conmemora este 2017 el 90 Aniversario, y que echó a andar durante la monarquía parlamentaria católica del Alfonso XIII, al igual que la Junta para Ampliación de estudios e Investigaciones Científicas (JAE) o la Residencia de Estudiantes de Madrid.

Muchas veces premiado, con el Premio Internacional Miller entre otros, Comisionado Especial por la Liga de Naciones –antecesora de la ONU- y miembro de la real Academia de Medicina, Gran Cruz de Isabel La Católica, fue nombrado por el rey Vizconde de la Casa Aguilar.

En un número extraordinario de la revista que él mismo fundara, “La Odontología”, publicado en 1935, aparecen las más claras alusiones a las creencias de Florestán Aguilar. Dejó escrito Ramón Aizpurúa, médico odontólogo (p. 214): “Era católico sincero, sin ostentaciones, y su espíritu cristiano no le abandonó en aquellos momentos… Con entereza, con serenidad perfecta, que no teníamos los que le rodeábamos, recibió los auxilios espirituales. Lo hizo con la seriedad que aportaba a todos los actos de su vida, con un fervor sencillo que solamente le pudo dar la conciencia de haber dedicado toda su vida al bien”. Así mismo el odontólogo Bernardo Martínez Gil (p. 218): “Fueron administrados los Santos Sacramentos al Dr. Aguilar que los pedía con el anhelo de quien espera en Dios y desea recibir los consuelos de la Religión Católica en que vivió. Fuéronle también colocadas las medallas de su devoción y la que tanto solicitó de la Hermandad de san Cosme y san Damián a la que pertenecía”. Precisamente en la Sesión Necrológica de la Academia Deontológica de la Hermandad de los Santos Cosme y Damián de la cual era hermano, el Dr. Zúñiga Cerrudo pronunció (pp. 260-261): “ Todos sabéis que por una gracia especial que el Cielo otorga en abundancia a quien la desea, el Dr. Aguilar recibió los Santos Sacramentos ‘in articulo mortis’, para que le fuese impuesta, después de haberlo solicitado vivamente, la medalla de la Hermandad, que todavía no había recibido…Nada hay más elocuente que revelar la fe del buen católico que el modo con que prepara la marcha de este mundo…No importa morir pronto, lo que importa es morir bien, y el que muere abrazado a la Cruz, con el nombre de Dios en los labios, paz en el corazón y la serenidad que da la esperanza en la vida futura y en la resurrección es dichoso por él mismo y por los que le rodean…Pues así murió el Dr. Aguilar, después de una vida fecunda”. En ABC se darían los siguientes detalles ( p. 369): “…a petición suya acudió a su domicilio D. Diego Muñoz, párroco de la Iglesia de San Ginés y director espiritual del finado, quien le administró los Santos Sacramentos. El Dr. Aguilar confesó y comulgó con gran serenidad”. En Ahora se desvelaban otros referidos a la capilla ardiente ( p. 375): “Detrás de la cabeza un Cristo obra de Benlliure, que tuvo en vida sobre la cabecera de la cama y al que el Dr. Aguilar llamaba su compañero…Esta mañana asistirá el nuncio de su Santidad, Mons. Tedeschini, y el Obispo de Madrid, doctor Eijo, y en la capilla ardiente se dirán misas de ‘corpore insepulto’ desde las ocho de la mañana hasta las once y media, en que se verificará su traslado al cementerio de la Almudena”. Así mismo en El Debate se recogía ( p. 384): “El finado ha muerto después de recibir los auxilios espirituales, como católico ferviente que era. Sobre el pecho se le colocó, antes de morir, la medalla de la Hermandad de san Cosme y san Damián…Ha muerto santamente, rodeado de sus discípulos y abrazado a la Medalla de los Santos Patronos, recibiendo, en pleno conocimiento, con todo fervor, los Santos Sacramentos”.

Hay algunos que no gustan de hablar del aspecto religioso de los científicos y son los mismos que piensan que ciencia y fe son incompatibles, es decir, no quieren ver la realidad, absolutamente obvia en muchos personajes de primera línea como Florestán Aguilar.

¡ Feliz 90 Aniversario UCM!

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