Católicos y científicos: Vicente Cacho Viu, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Cualquiera que quiera conocer lo que fue la Institución Libre de Enseñanza debe leer la obra “La Institución Libre de Enseñanza. I. Orígenes y etapa universitaria (1860-1881)”, con la que ganó el Premio Nacional de Literatura de 1962 el madrileño Vicente Cacho Viu (1929-1997), importante historiador contemporáneo catedrático que fue en la Universidad Complutense, en la Universidad de Valencia, en la Universidad de La Laguna y en la Universidad de Barcelona. Era además miembro del Opus Dei, y es el creador de la mítica frase “la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) fue un fruto, un logro tardío de la Institución Libre de Enseñanza”, frase que laicistas y autodenominados progresistas repiten como un mantra: lo que son las cosas.
Sin ser mentira, la frase no es a mi entender todo lo justa que debiera, y lo sería más si se mencionara a TODO el regeneracionismo de la época, en el que también había un importante componente católico. Pero sea como fuere y opiniones a parte, así es la vida: el mayor experto sobre esta realidad cultural tan reivindicada por los autodenominados progresistas y materialistas de toda índole es “uno del Opus”.
Cacho Viu dio la conferencia inaugural del famoso Simposio Internacional “1907-1987 La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) 80 años después” coordinado por Jose Manuel Sánchez Ron, físico historiador de la ciencia – disciplina para cuyo desarrollo fue crucial el científico católico Pedro Laín Entralgo- simposio que fue celebrado en la Residencia de Estudiantes, cuya página web rinde honores a Cacho colgando un artículo del historiador español agnóstico Jose Varela Ortega, hijo de Soledad Ortega Spottorno y el arquitecto institucionista José Varela Feijoo y nieto del filósofo José Ortega y Gasset en el que el autor llega a decir “… los trabajos de Vicente Cacho han producido mucho más que el respeto a una buena investigación o a un razonamiento inteligente: eran como un golpe de aire fresco, de caricia espiritual en almas escarchadas por un mundo de recensiones, oposiciones y escalafones. Sirva esto de pequeño tributo que el agnóstico hace al creyente”.
Este artículo de Vaerla, así como la biografía y la obra de Cacho son de lectura más que recomendable para todos los que insultan por deporte al Opus Dei, y por extensión para todos los danbraunistas , que tanto abundan en el autodenominado mundo “progre”, de vasta incultura. Dice de Cacho el catedrático de historia contemporánea de la Universidad Complutense Octavio ruiz Manjón en un artículo aparecido en el para nada simpatizante con la causa del Opus Dei diario “El País”: “Desde comienzos de los años ochenta inició trabajos de investigación en la sede de la Fundación Ortega y Gasset, que se tradujeron en numerosas publicaciones sobre la figura del pensador madrileño. En estos momentos preparaba un libro en el que esas publicaciones aparecerían puestas al día. Era vicepresidente de la Fundación Albéniz y patrono del Instituto Universitario Ortega y Gasset”.