El sacerdote mercedario Florencio Roselló, hasta ahora director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española, ha sido nombrado este jueves por el papa Francisco nuevo arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela.
Roselló sustituye al frente de la archidiócesis a Francisco Pérez González, al que el Pontífice ha aceptado su renuncia por motivos de edad. Pérez González llegó a Pamplona en 2007, hace 16 años.
Religioso mercedario, Roselló, nacido en Alcorisa (Teruel) el 10 de enero de 1962, ha dedicado toda su vida, en línea con el carisma de su orden, a los privados de libertad. Además de dirigir el citado departamento en la CEE, era el capellán, y muy querido, de la cárcel de Castellón. También dedicaba parte de su tiempo a la parroquia de San José Obrero de esta ciudad valenciana.
ECCLESIA lo pudo comprobar hace ahora unas semanas, al acompañarlo en un día de labor pastoral dentro y fuera de la prisión. «La Iglesia debe acoger a todo el mundo. Por encima de todo, está la persona. Nosotros vemos a Cristo en la cárcel», confesaba en estas mismas páginas.
A modo de anécdota, durante una audiencia con Francisco por el capítulo general de la Orden de la Merced en Roma, Roselló le llevó un barquito hecho por presos por materiales desechables y consiguió un mensaje del Pontífice para ellos. Ese mismo año, recibiría el Premio Alter Christus que otorga el Regnum Christi.