“Señor, danos siempre este pan” (Jn 6, 34)
- ¿Cuáles son los panes a los que nuestra sociedad suele acudir cuando trata de saciar su hambre?
- ¿Los que nos decimos seguidores de Jesucristo, estamos convencidos de que solo su pan nos puede alimentar durante el camino de la vida?
- Y suponiendo que lo aceptamos como nuestro alimento, ¿reconocemos como nuestro pan la palabra del Señor?
- ¿Qué importancia damos a la eucaristía, en la primera comunión de los niños, en nuestra participación en la santa misa, en la adoración del Santísimo Sacramento?
- ¿Entregamos a los demás el pan del Señor o intentamos sustituirlo con el pan que nosotros amasamos a nuestro gusto?
- ¿Nos preparamos para valorar el pan del Señor y transmitir su importancia a todos nuestros hermanos, lejanos y cercanos?
- ¿Y yo he aprendido a repetir con total confianza esa oración, pidiendo al Señor que me dé siempre su pan y me enseñe a compartirlo?