Tras el encuentro en la catedral de Notre-Dame, en Luxemburgo, Francisco ha puesto rumbo a la segunda etapa del viaje: Bélgica
El papa Francisco ha recordado a la comunidad católica de Luxemburgo, reunida en parte en la catedral de Notre-Dame, que en una sociedad secularizada la Iglesia «progresa, madura, crece» y «no se repliega en sí misma, triste, resignada, resentida».
Y ha agregado, al reflexionar sobre la misión: «Acepta el desafío, en fidelidad a los valores de siempre, de redescubrir y revalorizar de manera nueva los caminos de evangelización, pasando cada vez más de una simple propuesta de atención pastoral a una propuesta de anuncio misionero».
Esta reflexión la ha hecho en el marco de un discurso estructurado en torno a tres palabras: servicio, misión y alegría.
Durante su discurso también ha abordado la cuestión de la acogida, al hilo del servicio. «Yo, desde el servicio, quisiera encomendarles un aspecto que hoy es muy urgente: el de la acogida. Lo hago aquí, entre ustedes, de modo especial, porque vuestro país tiene y mantiene viva, en este campo, una tradición secular». Y ha agregado: «El espíritu del Evangelio es espíritu de acogida, de apertura a todos, y no admite ningún tipo de exclusión»
A reglón seguido, ha hecho suyas las palabras de Juan Pablo II durante la visita a este país en 1985 al abogar por «una Europa no solo de bienes y mercancías, sino de valores, de hombres y de corazones, en la que el Evangelio fuera compartido en la palabra del anuncio y en los signos del amor».
Y, finalmente, ha pedido a todos los reunidos en la catedral que anuncien a Jesús con alegría: «Tengan presente, por favor, que a la Iglesia le hacen daño esos cristianos tristes, aburridos y con la cara larga. Estos no son cristianos. Por favor, tengan la alegría del Evangelio. Esto nos hace creer y crecer mucho».
Ya en Bélgica
Tras el encuentro con la comunidad católica y la despedida en el aeropuerto, el séquito papal puso rumbo a Bélgica, segunda etapa del viaje y donde permanecerá hasta el domingo.
Al abandonar el país, Francisco ha agradecido al gran duque de Luxemburgo, así como a las autoridades y la sociedad en general la acogida brindada. Lo ha hecho a través de un telegrama, según ha detallado Vatican News.
Este viernes comenzará la agenda en Bruselas con el encuentro con el primer ministro y con las autoridades, a las que dirigirá un discurso. Luego se verá con profesores universitarios.