El Santo Padre ha recibido al grupo Talità Kum de padres que han perdido un hijo
El Papa Francisco ha recibido este sábado al grupo Talità Kum, dedicado a los padres que han perdido un hijo, acompañados por el inspirador del proyecto, el padre Ermes Ronchi. El Santo Padre les dirigió palabras de consuelo, leídas por su colaborador monseñor Filippo Ciampanelli, debido a la bronquitis que lo ha afectado en los últimos días. En su discurso, Francisco ha indicado que «con quien pierde a un hijo no se puede intentar dolorosamente justificar el sufrimiento, ni recurrir a teorías religiosas, sino que es necesario imitar la emoción y la compasión de Jesús ante el dolor, que lo llevó a vivir en su propia carne los sufrimientos del mundo».
Rezar para recibir la paz interior
Un dolor como el de la pérdida de un hijo, «atroz y sin explicación», señala Francisco, «permanece aferrado al hilo de una oración, un grito dirigido a Dios en cada momento, que no resuelve la tragedia, sino que está habitado por preguntas que se repiten: las de por qué se llora una pérdida insalvable, preguntas que piden dónde estaba Dios en ese momento y que, al mismo tiempo, dan fuerzas para seguir adelante y encontrar consuelo en la oración».
Jesús comparte el dolor y el sufrimiento
El Santo Padre ha añadido que «en el sufrimiento, la primera respuesta de Dios no es un discurso o una teoría, sino que es su caminar con nosotros, su estar a nuestro lado. Jesús se dejó tocar por nuestro dolor, recorrió el mismo camino que nosotros y no nos deja solos, sino que nos libera de la carga que nos oprime llevándola por nosotros y con nosotros».
La esperanza de la resurrección
Por último ha concluido que «el Señor no deja sin consuelo y a las lágrimas y preguntas de los que sufren responde dando la certeza de que Él toma de la mano a los hijos que ya no están para ayudarlos a levantarse, igual que hace con los padres que sufren, para que, también ellos, escuchen su llamada a levantarse, a no perder la esperanza y a no apagar la alegría de vivir».