Junto al arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Justin Welby, junto al patriarca de Constantinopla, Bartolomé, y decenas de líderes de distintas denominaciones cristianas, el papa Francisco ha reivindicado el silencio en vísperas de la asamblea del Sínodo sobre la sinodalidad.
Ha sido en la vigilia ecuménica de oración por el Sínodo que comienza el próximo miércoles y ante casi 20.000 personas congregadas en la plaza de San Pedro. «En un mundo lleno de ruido ya no estamos acostumbrados al silencio; es más, a veces nos cuesta tolerarlo, porque nos pone cara a cara con Dios y con nosotros mismos. Sin embargo, es la base del habla y de la vida», ha añadido.
También ha dicho que a Dios no le gustan los proclamas, las habladurías ni el ruido, sino el «susurro de una ligera brisa». Porque, ha continuado, «la verdad no necesita gritos para llegar al corazón de los hombres».
Del mismo modo, ha señalado que el silencio es fundamental en la Iglesia, pues hace posible la comunicación fraterna, «en la que el Espíritu Santo armoniza los puntos de vista». De eso se trata el Sínodo y ser sinodal: «Significa acogernos unos a otros, conscientes de que todos tenemos algo que testimoniar y aprender, uniéndonos a escuchar al Espíritu de verdad».
Finalmente, ha dicho que el silencio es esencial en el camino de la unidad de los cristianos. De hecho, ha continuado, «es fundamental para la oración, de donde parte el ecumenismo y sin el cual es estéril». «La unidad de los cristianos crece en el silencio ante la cruz, como las semillas que recibiremos y que representan los diferentes dones concedidos por el Espíritu Santo a las diversas tradiciones: la tarea de sembrarlas es nuestra, con la certeza de que solo Dios da crecimiento».
Francisco ha concluido su intervención pidiendo rezar para aprender a guardar silencio: a escuchar la voz del Padre, el llamado de Jesús y el gemido del Espíritu: «Pedimos que el Sínodo sea un kairós de fraternidad, un lugar donde el espíritu purifique a la Iglesia de charlatanerías, ideologías y polarizaciones».