Este domingo la Iglesia en Madrid celebra un nuevo Domingo diocesano por la Comunión, que este año tiene como lema ‘Todos Uno’
La Comisión Diocesana por la Comunión Eclesial convoca a toda la Iglesia en Madrid a un nuevo Domingo diocesano por la Comunión, que se celebrará el domingo 1 octubre con el lema ‘Todos Uno’. Se trata de la cuarta edición de una iniciativa que nació en 2020 impulsada por el que fue arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y pensada para cada primer domingo de octubre, a principios de curso pastoral. «Sin comunión no hay misión», se asegura desde la comisión.
El arzobispo de Madrid, José Cobo, ha dedicado unas palabras a la Iglesia madrileña, en las que indica que «esta iniciativa pretende recordarnos, justo al comienzo del curso, que toda vida y labor eclesial y pastoral debe ser llevada a cabo en comunión. “Todos Uno” porque en la Iglesia de Madrid todos somos parte corresponsable, cada cual desde su situación, carisma y don. “Todos Uno” habla de sinodalidad, de comunión, de participación y de misión».
El prelado indica además que «en este IV Domingo diocesano por la Comunión, que coincide con la festividad de Santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones, hemos de revisar si de verdad formamos y favorecemos una Iglesia en comunión sinodal que dé un testimonio auténtico y creíble, capaz de evangelizar a esta sociedad tan compleja, desdibujada y desesperanzada del siglo XXI».
«No podemos ser parcelarios sino integradores»
Cobo ha recordado la homilía de inauguración de su ministerio episcopal, en la que nos convoca la común condición de bautizados. «Ella nos engarza a una cadena sagrada integrada por los eslabones de la tradición y abierta a las novedades de la misión. No podemos ser parcelarios sino integradores. Solo el esfuerzo en ser todos uno para que el mundo crea, hará que sonemos de verdad a Cristo. Con motivo de este Domingo, reitero que tenemos que empeñarnos en encontrarnos, dialogar y entendernos, no solo con los que pensamos de manera similar, sino también con los que ven las cosas de manera diferente. Solo así podremos discernir lo que el Espíritu dice a la Iglesia de Madrid».
«Un solo Espíritu, una sola Alma y un solo Corazón»
Por último expone que «dentro de la Iglesia caben muy distintas sensibilidades, carismas y estilos, pero con un solo Espíritu, una sola Alma y un solo Corazón. Os invito a que seamos “Todos Uno”. Evitemos a toda costa una Iglesia polarizada como lo está nuestro mundo. La polarización rompe con el Evangelio, porque excluye la mirada de los otros y nos ponemos en lugar de Dios. Nos ubicamos como poseedores del árbol del bien y del mal. Una Iglesia polarizada no convoca, no ilusiona y no evangeliza».