La diócesis de Málaga ha comunicado la retirada de las licencias ministeriales al sacerdote detenido por agredir sexualmente a varias mujeres. Esto implica que el acusado no podrá ya ejercer el sacerdocio, aunque los sacramentos realizados hasta ese momento sí son válidos.
«Dicho con otras palabras: las bodas, confesiones, misas o bautizos celebrados, así como otro tipo de celebración sacramental efectuada, hasta el momento de la retirada de la licencia ministerial, tienen valor», explica esta sede episcopal a través de su página web. Además, ha recordado que, según la doctrina católica, la validez de los sacramentos no depende de la santidad o no de los ministros.
En cualquier caso, en la nota publicada, la diócesis aclara que el sacerdote acusado pasó un periodo de formación en una congregación religiosa «de la que salió libre y voluntariamente» y que cuando solicitó entrar en el seminario de Málaga se pidieron informes a la congregación antes de aceptarlo, «siendo los informes positivos».
«El seminario de Málaga lo acompañó, haciendo el discernimiento vocacional habitual, sin que aparecieran los problemas de los que ahora se le acusa», ha concluido.