La fe y el Año Internacional de la Luz 2015, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Como hiciéramos al iniciarse 2014 con la cristalografía, hacemos en 2015 con la luz, dedicando esta nota al Año Internacional de la Luz 2015, que Naciones Unidas ha tenido a bien inaugurar para subrayar la importancia de la luz en la vida humana y del planeta http://www.luz2015.es/index.php.
La efeméride cuenta con una referencia de la que nos vamos a ocupar: se cumplen 150 años del enunciado de las Leyes de Maxwell que definían la naturaleza de la luz como onda electromagnética, enunciadas por el físico británico James Clerk Maxwell (1831-1879) http://es.wikipedia.org/wiki/James_Clerk_Maxwell, de muy arraigadas creencias cristianas. En las imágenes su foto y la de una postal que hace referencia directa a sus leyes mezcladas con el texto del libro del Génesis.
Una vez más ciencia y religión o razón y fe de la mano, sin ningún problema, en este caso dando carta de identidad a la hasta entonces desconocida naturaleza electromagnética de la luz. Maxwell dejó escritas cosas tales como “Dios Todopoderoso, quien creaste al hombre a tu imagen y semejanza, y lo hiciste un ser viviente para que te buscase y tuviese dominio sobre tus criaturas, enséñanos a estudiar la obra de tus manos de modo que podamos subyugar la tierra para nuestro provecho, y fortalece nuestra razón para tu servicio; asimismo que podamos recibir tu bendita palabra, para que creamos en aquel a quien enviaste a darnos el conocimiento de la salvación y el perdón de nuestros pecados. Todo lo cual pedimos en el nombre de Jesucristo nuestro Señor”, fue diacono de la iglesia presbiteriana, y encontró su inspiración para realizar investigación científica en buscar la gloria de Dios en toda actividad.
La luz, que sigue en cierto modo siendo un misterio que no acabamos de explicar, por su naturaleza dual ondulatorio-corpuscular, es por antonomasia signo de Dios “…Luz de luz…”.