El próximo domingo, la Iglesia española celebrará esta jornada con una eucaristía en la catedral de Murcia, a las 12:00 horas, presidida por José Manuel Lorca Planes
La Iglesia en España celebra el domingo 17 de septiembre la Jornada Mundial del Turismo 2023 este año con el lema, “Turismo e inversiones verdes”. El departamento de Pastoral del Turismo, que está integrado en la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad humana, celebra esta Jornada con una eucaristía en la catedral de Murcia, a las 12:00 horas, presidida por José Manuel Lorca Planes, que será retransmitida por TRECE.
La Jornada Mundial del Turismo conmemora el aniversario de la aprobación de los Estatutos de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que tiene su sede en España. Con carácter mundial, se celebra el 27 de septiembre, pero por iniciativa del departamento de Pastoral del Turismo, la Comisión Ejecutiva aprobó adelantarla al tercer domingo de septiembre. El objetivo, darle mayor visibilidad al distanciarla de la Jornada Mundial de Migraciones, que se celebra el último domingo de septiembre.
También desde este departamento, se adhieren al mensaje que Mons. Rino Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, con motivo de esta Jornada.
Mensaje completo:
1. “Turismo e inversiones verdes”. Es con esta expresión, propuesta por la Organización Mundial del Turismo, que nos preparamos a celebrar la 44ª Jornada Mundial del Turismo, el próximo 27 de septiembre. La Iglesia desea compartir con los Estados, las Asociaciones y con tantas realidades involucradas, este momento de especial compromiso, para que con el Magisterio del Papa Francisco, pueda incrementar de manera más eficaz y positiva el cuidado de la creación, objetivo esencial para la vida de las personas.
Inversiones sostenibles para la tutela de la creación
2. En la Encíclica Laudato si’ el Papa Francisco subraya la necesidad de comprometerse en favor de inversiones sostenibles: “Ha habido algunas inversiones en formas de producción y de transporte que consumen menos energía y requieren menos cantidad de materia prima, así como en formas de construcción o de saneamiento de edificios para mejorar su eficiencia energética. Pero estas buenas prácticas están lejos de generalizarse” (n. 26).
Favorecer las inversiones sostenibles es también un testimonio de fe, que se fortalece con el respeto por la naturaleza, creada y confiada a nosotros por Dios. De hecho, la atención por la creación y su salvaguardia pertenece al mensaje bíblico. Es suficiente retomar la primera página de la Sagrada Escritura para evidenciar esta dimensión. La acción creadora de Dios es, ante todo, expresión de su amor que se difunde y que pretende alcanzar el culmen involucrando al hombre y a la mujer en el mismo proyecto: “Creó Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo Dios: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra». Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento»” (Gen 1, 27-29).
La hospitalidad cristiana
3. La comunidad cristiana experimenta directamente la exigencia de madurar encuentros sobre las temáticas en objeto, sobre todo en los momentos vacacionales en los cuales, de tantas partes del mundo, las personas se ponen en viaje para un período de descanso, de contacto con la naturaleza y contemplación de la belleza artística. Es difícil no ver en este movimiento, una ocasión propicia para la comunidad cristiana, no solo para apoyar a las diversas organizaciones responsables para permitir que el tiempo de vacaciones sea vivido mejor, sino sobre todo para expresar el sentido de hospitalidad que caracteriza el espíritu de nuestras comunidades en virtud de la fe vivida. El turista es particularmente sensible a la manera en que es acogido. Él, percibe inmediatamente el estilo familiar de quienes lo atienden, y sabe distinguir de la formal hospitalidad frecuentemente separada de quien lo considera solamente un cliente. En un contexto cultural donde se excede en la indiferencia, es decisivo que los cristianos sean testigos de una hospitalidad que haga sentir a la persona como en casa y le haga experimentar la fraternidad. Detenerse para dialogar, interesarse en que las vacaciones sean una experiencia de paz, agilizar las formas para que se tenga entre las manos el Evangelio o lecturas que despiertan interés por la oración y la espiritualidad, son algunos signos para dar sentido al tiempo de vacaciones.
Economía sostenible y dignidad humana
4. La atención a la creación permite a los cristianos promover también una forma de economía que no tiene como objetivo maximizar el beneficio que lleva frecuentemente a la violencia hacia la naturaleza, con fuertes repercusiones en la dignidad de la persona. El primado de la ética no puede ser oscurecido por la sed de ganancias. No se pretende con esto bloquear el progreso tecnológico ni tampoco el desarrollo económico. La atención y el apoyo a las inversiones sostenibles, entonces, no pueden ser considerados como un estorbo; constituyen más bien una visión de futuro que abre a proyectos a largo plazo, sin caer en una miopía de la ganancia inmediata. Es necesario dar espacio a la creatividad de las generaciones para permitir redescubrir la dignidad de cada persona. De hecho, como recuerda el Papa Francisco en la Encíclica Laudato si’: “Es más digno usar la inteligencia, con audacia y responsabilidad, para encontrar formas de desarrollo sostenible y equitativo, en el marco de una noción más amplia de lo que es la calidad de vida.” (n. 192). En este recorrido, es urgente sobre todo que la política sostenga con convicción y confianza los caminos que se descubren, para discernir con sabiduría los proyectos más adecuados, que miran al bien de todos y que incrementan la calidad de la vida, en particular de las personas que pertenecen a los sectores más débiles.
Inversiones y salvaguardia cultural y espiritual
5. La Iglesia siempre ha reconocido y sostenido el valor y la importancia del arte, de la cultura y de su salvaguardia, porque favorecen conocer a Dios y mantener vivas las raíces cristianas. La vía de la belleza es parte integrante de nuestra misión de anunciar el Evangelio y de promover el crecimiento espiritual de los creyentes. Por este motivo, es necesario que las inversiones no miren solo al turismo de masa, que es posible vehículo para la pérdida de identidad cultural y religiosa. Al contrario, es oportuno que mientras se concentran las inversiones en las infraestructuras, se promueva la dignidad de todos los trabajadores del sector turístico, de modo que contribuyan a aumentar la calidad de su trabajo y del turismo mismo. En atención a las obras de arte que desde hace siglos son patrimonio de la humanidad y que se convierten en meta de turistas del mundo entero, es conveniente reiterar que su protección es responsabilidad de todos y por esto se debe condenar con convicción toda forma de violencia que atente a su conservación.
El turismo responsable para una casa común
6. Economía y ecología conducen recíprocamente a la “casa común” en la cual habitamos y de la cual todos, sin excluir a nadie, tienen necesidad de sentirse responsables en las modalidades propias al rol que desarrollan y a la profesión que ejercitan. Hacerse portavoz de un mensaje que proyecta un turismo respetuoso de la persona y del ambiente, abre el camino para acoger la bondad del Padre que va al encuentro de todos con su amor. Los operadores del turismo tienen entre las manos la posibilidad de ofrecer oportunidades válidas y eficaces para redescubrir unas vacaciones diferentes: más solidarias y menos consumistas; más respetuosas de la naturaleza y capaces de contemplar la belleza en sus multiformes expresiones. También las vacaciones, entonces, pueden convertirse en una provocación para asumir comportamientos y estilos de vida que ayudan a dirigir de nuevo la mirada hacia lo Alto, redescubriendo la bondad de la fe, la fuerza de la caridad y la certeza de la esperanza. Es desde aquí que cada uno debe iniciar para dar razón del respeto de la naturaleza, para comprometerse en una ecología integral.
Los operadores del turismo, un recurso importante
7. A todos los operadores que hacen del turismo su razón profesional y pastoral, llegue el agradecimiento por mantener vivo este compromiso, haciendo propio el deseo del Papa Francisco, para que también en vista del próximo Jubileo Ordinario 2025, no se pase por alto contemplar la belleza de la creación en el tener cuidado de nuestra casa común, que Dios nos ha confiado. De este modo, la preparación del próximo Año jubilar sea celebrada y vivida con esta atención hacia la creación, manteniendo firme la esperanza de construir juntos el futuro.
✠ Rino Fisichella
Pro-Prefetto del Dicasterio para la Evangelización
Sección para las cuestiones fundamentales de la evangelización en el mundo