Se trata de un encuentro de formación, reflexión y planificación de los jóvenes que forman parte de este movimiento
La Juventud Estudiante Católica (JEC) ha celebrado su comisión general de principio de curso del 10 al 12 de noviembre en Madrid, en el Centro Juvenil “Santa María de la Cabeza”. Se trata de un encuentro de formación, reflexión y planificación de los jóvenes que forman parte de este movimiento de acción católica especializada.
A la comisión han asistido 35 jóvenes de entre 15 y 30 años, procedentes de Madrid, Salamanca, Palencia, Plasencia, Cáceres, Badajoz, Murcia, Tenerife y Asturias, representantes de las etapas de secundaria y universidad del movimiento. Los han acompañado algunos miembros de graduados, animadores y consiliarios, aunque el protagonismo ha sido de los propios jóvenes, que han preparado y desarrollado la comisión de forma sinodal.
Espacios de oración
Durante el encuentro, los jóvenes han tenido espacios de oración y celebración de la Eucaristía, en la que reflexionaron sobre la importancia de ser luz y que Dios brille a través de ellos en los demás, para construir un mundo mejor desde este mismo instante.
También han revisado la XXXIX Asamblea General de Militantes celebrada en julio en Málaga, y han adaptado las líneas de orientación desarrolladas en ese espacio, optando por las más prioritarias para este año para cada etapa. El trabajo de los próximos años seguirá el lema de la asamblea celebrada en julio en Málaga: “Somos templo, cuidemos y cuidémonos”. Ahora comenzará la redacción del material de las campañas para las distintas etapas: secundaria, universidad y graduados.
Asimismo, han programado las actividades para el curso 2023-2024 y han puesto fecha a los principales eventos, como el Encuentro por Etapas/Encuentro de Animadores que se celebrará el fin de semana del 23, 24 y 25 de febrero en Madrid, o el encuentro de consiliarios. Además, han compartido las principales acciones y encuentros de las diócesis donde hay presencia de la JEC.
Sobre la JEC
La JEC es un movimiento de jóvenes que, desde su fe, quieren ser agentes de cambio en la sociedad y en la Iglesia, comprometidos con la justicia, la paz y el cuidado de la creación. Su metodología se basa en la revisión de vida, que les ayuda a descubrir la presencia de Dios en su realidad cotidiana, en las aulas, en sus ambientes estudiantiles y a actuar en consecuencia.