“Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo” (Mc 1,8)
- ¿Nos hemos preguntado alguna vez cuáles son las diferencias entre el bautismo de Juan y el bautismo de Jesús que aquel anunciaba?
- ¿Nos preguntamos qué significa para nosotros confesar que hemos sido bautizados “con el Espíritu Santo”?
- ¿Conocemos alguna persona que haya recibido el bautismo en su edad adulta? ¿Nos ha manifestado qué ha significado para ella este sacramento?
- ¿Por otra parte, por qué en muchos casos el hecho de haber bautizado a los niños no tiene una continuación en la formación cristiana de los mismos?
- ¿Cómo debería articular la comunidad parroquial la catequesis preparatoria del bautismo y el seguimiento posterior de la misma?
- ¿Nos detenemos alguna vez a reflexionar sobre la belleza de la celebración del sacramento del bautismo?
- ¿Y yo cómo celebro el aniversario de mi propio bautismo y la renovación de las promesas bautismales en la vigilia pascual?