Afirma que compartir lo que se tiene y apoyarse mutuamente ya es un anuncio misionero, pues «encarna la belleza del mensaje de Jesús»
El papa Francisco ha hecho este domingo antes del rezo de ángelus una llamada a la sobriedad al hilo del Evangelio del día. «El Evangelio no se anuncia solo, se anuncia juntos, en comunidad y, por eso, es importante ser sobrios en el uso de las cosas, compartiendo recursos, habilidades y dones, prescindiendo de lo superfluo. ¿Por qué? Para ser libre. Lo superfluo esclaviza», ha dicho.
Una sobriedad, según ha subrayado en su reflexión, que no solo tiene que ver con los bienes materiales, sino también con los sentimientos, «abandonando las rigideces que pesan y obstaculizan el camino»,
«Cuando nos arreglamos con lo necesario, incluso con poco, con la ayuda de Dios, conseguimos salir adelante y llevarnos bien, compartiendo lo que hay, renunciando todos a algo y apoyándonos mutuamente. Y esto es ya un anuncio misionero, antes e incluso más que las palabras, porque encarna la belleza del mensaje de Jesús en la concreción de la vida», ha añadido.
En su opinión, una comunidad que vive así «crea a su alrededor un ambiente rico en amor, en el que es más fácil abrirse a la fe y a la novedad del Evangelio, y del que se sale mejor, se sale más sereno».
Porque si cada uno va por su lado y si prevalece el individualismo y la envidia, «el aire se vuelve pesado, la vida difícil y los encuentros en ocasión de inquietud, tristeza y desánimo».
«La comunión, la armonía entre nosotros y la sobriedad son valores importantes para nuestra vida cristiana, valores indispensables para una Iglesia misionera, a todos los niveles», ha concluido.
Tras la oración mariana, ha recordado a las gentes del mar, que estos días celebran su día, y, como ya es habitual, a todos aquellos que sufren las consecuencias de la guerra en Ucrania, Palestina, Israel o Myanmar.
