San José. Música: «Tu palabra me da vida» de J. A. Espinosa
Texto recopilado por fray Gregorio Cortázar Vinuesa, O.C.D.
Tu palabra me da vida, / confío_en ti, Señor. / Tu palabra es eterna, / en ella_esperaré.
1. Humilde_y manso, lleno del Espíritu, / preciado carpintero_en Nazaret; / su santa prometida_ha concebido, / y_él sufre_y llora_y no sabe qué_hacer.
2. El joven piadosísimo ya_inmola / su_amor a la doncella sin igual, / con quien, en el Espíritu, pactaron / vivir en matrimonio virginal.
3. Entonces, del buen Dios, le dice_un ángel: / «José,_hijo de David, ve sin temor, / recibe tú_a María,_y con su Hijo, / pues ella lo_engendró del Santo_Amor.
4. Si_esposo de_esa Madre Dios te quiere, / Jesús, con ella,_a su_Hijo_has de llamar, / él es el Emmanuel, Dios con vosotros, / que_a todos, por amor, viene_a salvar».
5. Y_así_a José Dios Trino_Amor confía / al Verbo ya_hecho carne_en la Mujer / y que_ella le dé_a luz en todo tiempo / por obra del Espíritu, que_es fiel.
6. Dichoso,_el buen José, y generoso, / su_esposa, con presteza, recibió; / su casa_es, pues, la de_ella_y de su Hijo; / servirles, ahora_y siempre,_es su pasión.
NOTAS
Estrofas 1-4 y 6. Cf Pablo VI, Homilía 19-3-1975; Juan Pablo II, Audiencia general 24-3-1982; Carta Apostólica 6-8-1985, con motivo del Cuarto Simposio Internacional de estudios josefológicos; Ángelus 19-3-1986; Homilía 19-3-1986; Homilía 19-3-1987; Homilía 19-3-1988; Homilía 31-12-1988; Discurso de bienvenida en Magliano Sabina 19-3-1993; Ángelus 29-12-1993.
Estrofra 5. Cf Juan Pablo II, Audiencia general 19-3-1980: «Dios confía a José el misterio cuyo cumplimiento habían esperado desde hacía muchas generaciones la estirpe de David y toda la casa de Israel –esto es, “la encarnación del Verbo eterno en el seno de la Virgen María” (Carta A Concilio Constantinopolitano I 25-3-1981 III, 8)–, y le confía, al mismo tiempo, todo aquello de lo que depende la realización de dicho misterio en la historia del Pueblo de Dios», es decir, que la Virgen María, «cubierta con la sombra del Espíritu Santo, siga dando a luz a Cristo en cada generación» (cf Al final de la Misa en Acra 8-5-1980).