«No debería haber alusiones que ridiculicen las convicciones religiosas de muchas personas», ha señalado en un comunicado hecho público este sábado
La Santa Sede ha hecho público un comunicado este sábado en el que, «entristecida por algunas escenas de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París», deplora «la ofensa causada a muchos cristianos y creyentes de otras religiones».
En uno de los momentos del comienzo de este este gran evento, celebrado el viernes 26 de julio por la tarde en París, se mostró una escena, soez y fuera de lugar, que representaba claramente la Última Cena de Jesús con sus apóstoles.
En un breve comunicado hecho público este sábado, recuerda que en un acontecimiento prestigioso «en el que el mundo entero se une en torno a valores comunes, no debería haber alusiones que ridiculicen las conviccicones religiosas de muchas personas».
Finalmente, ha recordado que la libertad de expresión, que no cuestiona, «encuentra su límite en el respeto a los demás».
La condena a estos hechos ya había llegado de la Conferencia Episcopal Francesa, la iniciativa Holy Games y la archidiócesis de París, que rechazaron «el escarnio y la burla al cristianismo».