Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Alejandro Monteverde, director de ‘Una mujer italiana (Cabrini)’: «Cambiar el mundo está al alcance de todos»

El viernes 10 de mayo llega a los cines Una mujer italiana (Cabrini), el último filme del director de ‘Sound of Freedom’

Una mujer italiana (Cabrini) es la última obra cinematográfica del director Alejandro Monteverde, también autor de Sound of Freedom o Bella. Narra la historia de Francesca Cabrini, monja lombarda del siglo XIX que con todo en contra levanta de la nada un imperio de caridad que se extiende por todo el mundo. Tres días antes de su estreno en los cines españoles, ECCLESIA ha conversado con él.

Esta película, ¿es una reivindicación del papel de las mujeres en la Iglesia?
La intención no fue esa, fue serle leal a su historia y ella tuvo que pelear en un mundo controlado por los hombres. Ese ya no es el caso del día de hoy. Casi todos los contactos que he tenido con estudios de cine, llego y la presidenta es mujer. En mi país, el próximo presidente va a ser mujer porque las dos candidatas son mujeres.

En esos tiempos la mujer no tenía ni voz ni voto ni en la Iglesia ni fuera de la Iglesia. En la sociedad, políticamente hablando, era un cero a la izquierda. Ella sí tuvo que luchar en un mundo donde la opresión contra la mujer era fortísima. Forma parte de su ADN en los tiempos en los que ella vivía.

El día de hoy no siento que se pueda comparar con esos tiempos. Ha habido una evolución muy positiva. No quiere decir que todo esté bien, siempre hay que luchar por crear una sociedad donde haya más igualdad en todos los aspectos.

¿Por qué has querido hacer esta película? ¿Contar esta historia?
Quisiera darme el crédito, pero es una película a la que me invitaron, yo la rechacé al principio porque no me interesaba hacer una película sobre una monja. Pero cuando leí su vida me di cuenta de que es una vida no solamente de una monja, sino de una mujer con una determinación inspiradora. A mí me inspiró mucho, era una guerrera que luchó hasta la muerte, pero no luchó por ella sino por los demás.

Después de hacer la película seguí leyendo sobre ella y encontré que había cruzado los Andes en burro. En esa época no había trenes, ella iba, regresaba… Construyó un imperio mundial en unos tiempos donde no había móviles. Es impresionante lo que logró.

¿Qué importancia tiene la obediencia a la autoridad en la vocación de Cabrini? Nunca desobedece, pero no duda en enfrentarse cuando no está de acuerdo
Ella era muy fiel a su hábito. Tenía la fuerza para convertir un no en un sí. Su instinto era irse a China, y logró llegar a China. El Papa le recomienda que empiece en Nueva York con su gente. Entonces ella cambia de dirección, pero después sigue y consigue su imperio mundial. Ella sabía que su lucha desde el principio, y de hecho luego cuestiona al Papa, que su reto era ser mujer. Además, traía otro reto que era la muerte. Si tu te vas a enfrentar a la muerte y le vas a robar tantos años de vida… tenía una convicción muy fuerte porque su ambición no era personal, era por los demás. Es la ambición más noble que puede haber.

Ella acude al New York Times, tú has hecho esta película. ¿Qué responsabilidad tenemos de dar a conocer al mundo lo que hemos encontrado?
Desgraciadamente, vivimos en un mundo muy ególatra, muy superficial, rodeado de mucho narcisismo. Un selfie es apuntar el teléfono a uno mismo. Vivimos en un mundo herido, y a veces uno no se puede curar. ¿Cómo te va a curar el de al lado si ni siquiera se da la vuelta para verte?

Una de las responsabilidades de los cristianos es cómo ayudarnos los unos a los otros. Hasta el propio Albert Einstein dijo que una vida no vivida para los demás es una vida desperdiciada. Cuanto más conscientes seamos del dolor de los demás, mejor estaremos porque es la cura de tu dolor. Una de las mejores medicinas para la depresión es ayudar a alguien, y ese es el mensaje de esta mujer fuerte. Es lo que quería hacer con esta narrativa, celebrar su vida de una forma cinematográfica, ella fue operática. Pero quisimos rodar con este estilo muy visual.  

Cabrini es una mujer ambiciosa que puede con todo. Pero sus momentos más atractivos son cuando se muestra humana: se emociona en la ópera, confiesa su miedo a la muerte, llora con Paolo la muerte de Enzo… cambiar el mundo, ¿está al alcance de todos?
Cambiar el mundo está al alcance de todos. Es cuestión de poner el enfoque en a qué estamos llamados. Que cada uno en lo que haga empiece a preguntarse qué puede hacer por los demás. La Madre Teresa decía algo que me llamaba mucho la atención: no te enfoques en la pobreza de Calcuta, de la India o de donde sea, enfócate en la pobreza que está en la esquina de tu casa. A veces la pobreza no es económica, a veces es una pobreza de soledad. A veces es un vecino que está deprimido, solo, que nadie le lleva nunca un té. A veces uno se ahoga pensando que quiere cambiar el mundo, pero ¿cuándo fue la última vez que hablaste con esa tía a la que nadie quiere, que está olvidada y triste? Ese tipo de gestos, son esos gestos los que cambian el mundo.

En cierta forma es lo que la película explora. Ella fue llamada a eso, no todos lo estamos. Pero los sintecho a veces pasan dos o tres años sin escuchar su nombre. Muchas veces, cuando uno pide dinero, le das más preguntándole su nombre que dándoles dinero, porque le estás dando su dignidad.

This Pop-up Is Included in the Theme
Best Choice for Creatives
Purchase Now