Católicos y científicos: Daniel Mezquita Moreno, por Alfonso V. Carrascosa, científico del CSIC
Otro científico católico que fue pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), institución que precedió al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que en 2019 cumplirá los 80 años: Daniel Mezquita Moreno , convencido y conocido católico, dejaría escrito en su discurso de Recepción Pública como Académico Electo por la Real Academia Nacional de Medicina, el 8 de abril de 1960 titulado “La vida de los huesos”: “…Los huesos crecen, se modifican y perfeccionan sin solución de continuidad en el tiempo, con una armonía absoluta (en la salud) y un equilibrio perfecto en el antagonismo funcional de sus procesos simultáneos de osteogénesis y osteolisis, que el organismo realiza tan maravillosa como sencillamente, de la mano y bajo la providencia del Supremo Hacedor…Pido a Dios protección para poner mi modesto esfuerzo al logro de tal propósito y para que los miembros de esta ilustre corporación me ayuden a ello y no me juzguen con severidad excesiva en mi intento, si, queriendo expresar la realidad viva y tomando la expresión del texto sagrado, diga que también en la Medicina se regocijarán los huesos abatidos…Su ejemplo (refiriéndose a l Dr. Risueño) nos llevó a muchos a la Congregación de San Luis de Gonzaga…”.
Dice la Real Academia Nacional de Medicina sobre Daniel Mezquita Moreno:
“Valladolid, 10 de abril de 1887. Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Madrid (1911). Catedrático, por oposición, de Anatomía Descriptiva y Técnica Anatómica en las Facultades de Medicina de las Universidades de Salamanca (1914-22), Sevilla (1922) y Madrid (1951). Fundó el Museo Anatómico Modelo en Sevilla y amplió el de San Carlos en Madrid. Experto Disector con técnicas originales y prácticas. Pensionado en Francia y Alemania. Delegado Ministerial en los Congresos Internacionales de Anatomía de París y Lisboa (1955 y 1956). Presidente de la Junta Organizadora del I Congreso de Medicina del Sur (1950) y Presidente de Sección del Ateneo sevillano. Presidente del Colegio Médico de Sevilla y Secretario General del de Salamanca. Médico Consultor de los Dispensarios de la Cruz Roja de Valladolid, Salamanca y Sevilla. Miembro Correspondiente de la Academia de Distrito de Valladolid y Numerario de la de Sevilla. Médico de Mutualidades Obreras. Fundador de las revistas médicas “Notas Médicas”, de la que fue Director y “Sanitas”. Desde sus Cátedras organizó cursos monográficos y conferencias de los anatómicos más prestigiosos de España y del extranjero, con los que tenía estrechas relaciones. Autor de numerosas publicaciones, entre las que destacan su “Manual de Técnica Anatómica” y las relacionadas con las enfermedades de la infancia, biología, pedagogía anatómica, embriología, etc. Ocupó la Medalla Nº 31 de la Real Academia Nacional de Medicina”. Fuente: “Académicos numerarios del Instituto de España (1938-2004)”, Instituto de España, Madrid, 2005.
La JAE fue inaugurada en 1907, en plena monarquía parlamentaria católica de Alfonso XIII. Además, un buen número de los vocales fundadores de la JAE eran conocidos católicos practicantes. Por otro lado también fueron pensionadas personas con profundas convicciones católicas, como Mezquita, hasta el extremo de recibir pensiones para estudiar en el extranjero un buen número de sacerdotes de la Iglesia que eran además científicos. Todo ello constituye un conjunto de datos científicos difícilmente compatibles con la teoría sostenida por la historiografía laicista que ha culminado en la corriente de la memoria histórica, en virtud de la cual las fuerzas políticas que terminaron confluyendo en la coalición del Frente Popular tuvieron algo que ver en el desarrollo científico desde 1900 hasta 1936, por más que sus herederos ideológicos estén en la actualidad empeñados en hacérnoslo creer: no es compatible que las fuerzas que perpetraron la atroz persecución religiosa contra el catolicismo tuvieran algo que ver en todo lo dicho, con crear una institución como la JAE y poner vocales católicos públicamente reconocidos, con dar pensiones a dicho tipos de personas, con pensionar a curas… aparte de no contar en el momento de la puesta en marcha de la JAE dichas fuerzas políticas con ninguna representación parlamentaria, y no jugando por tanto ningún papel en su fundación.
Ahí es nada.
Descanse en paz don Daniel.