Unas 9.000 familias han podido regresar a la Llanura de Nínive gracias al apoyo de Ayuda a la Iglesia Necesitada, que se volcó con la zona desde la invasión, hace diez años, del grupo terrorista
El cristianismo vuelve poco a poco a Irak. Diez años después de la invasión del Estado Islámico en la Llanura de Nínive, que conllevó la expulsión de entre 100.000 y 12.000 fieles, la presencia cristiana se sigue recuperando.
Según Ayuda a la Iglesia Necesitada, de las 13.200 familias que había registradas en 2014, unas 9.000 ya han vuelto. Además, en Qaraqosh —la principal ciudad cristiana del país—, viven de nuevo 25.000 cristianos de los 50.000 que había en 2014.
«No hay palabras para describir lo que vivimos hace diez años. El Estado Islámico intentó erradicarnos, pero fracasó. La gente aquí es como los olivos. Puedes podarlos y quemarlos, pero al cabo de diez o 20 años seguirán dando fruto. Lo han intentado todo, pero seguimos aquí y, como Iglesia, hacemos todo lo posible para transmitir un rayo de esperanza». Son palabras de Nizar Semaan, arzobispo sirocatólico de Adiabene, en el norte de Irak, transmitidas por la fundación pontificia a través de una nota.
El papel de ACN
Según detalla en el comunicado, las primeras ayudas que ofreció ACN se remontan a 2014. Se crearon escuelas temporales y refugios de emergencia para los desplazados. Se cubrió su alimentación, el pago de los salarios de los profesores y el alquiler de viviendas, además del apoyo a religiosas y sacerdotes.
Con la derrota del Estado Islámico en 2017, muy poco a poco, los cristianos han ido regresando, aunque han necesitado mucha ayuda, ante los niveles de destrucción que se encontraron. En un primer momento, 13.000 casas cristianas de nueve ciudades de la zona fueron reconstruidas gracias a una campaña de Ayuda a la Iglesia Necesitadas. Más tarde se procedió a la reparación de los 363 edificios de la Iglesia afectados.
En total, ACN ha dedicado a este país durante los últimos diez años un total de 56 millones de euros, que se han repartido en 500 proyectos.
El trabajo de la fundación pontificia en Irak se remonta a los años 70, con proyectos realizados en colaboración con las Iglesias locales. De hecho, es uno de los diez países que más soporte reciben de la organización. «Debemos seguir ayudando a los cristianos de Irak, debemos seguir siendo la voz de los cristianos de Irak. Y, por supuesto, debemos rezar por los cristianos de Irak», ha asegurado Regina Lynch, presidenta ejecutiva de ACN International.
Tensión en la región
Aunque la violencia ha cesado, las tensiones en la región hacen que los cristianos sigan en vilo, como afirma Bashar Warda, arzobispo católico caldeo de Erbil. «Uno tiene la sensación de que podría ocurrir algo en cada momento, que hay que estar en alerta y bien preparado, pero, de momento, no hemos visto que el conflicto se vuelva violento».
