El Papa Francisco agradece a las diócesis canarias el esfuerzo que está haciendo ante la crisis migratoria que vive la isla desde hace semanas y ha mostrado su «aliento y cercanía». Una repuesta eclesial, dice el Pontífice, que intenta «dar respuesta a esta situación de emergencia».
«La sensibilidad y hospitalidad que caracteriza al pueblo canario deja huella también en el modo de acoger, proteger, promover e integrar a los hermanos y hermanas que llegan a sus costas buscando un porvenir», escribe en una carta con fecha de 3 de noviembre y que han recibido este lunes los obispos de las Islas Canarias, José Mazuelos y Bernardo Álvarez.
Además de por la respuesta, el Pontífice da las gracias a los canarios por la acogida que brindan a los migrantes. «¡Gracias por abrir las puertas del corazón a los que sufren! Asimismo, al afrontar estos desafíos, que comprendo no son nada fáciles, les pido que no se desanimen y que sigan construyendo redes de amor y faros de esperanza que iluminen las sendas de una nueva humanidad, dispuesta a inclinarse, como el Buen Samaritano, para curar las heridas de los que están caídos». Para Francisco, en los rostros de estas personas «podemos reconocer una mirada que anhela un futuro de paz y de fraternidad».
Además, hace una petición a Dios, para que todos estos deseos lleguen a buen puerto. «Que Jesús bendiga al pueblo canario y la Virgen Santa lo sostenga en su protección maternal. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Fraternalmente, Francisco», concluye.
