El Papa Francisco, a través del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, se ha dirigido a los organizadores y participantes de la 44 edición del Meeting de Rímini, que comienza este domingo, para invitarlos «a promover la cultura del encuentro que incluya a todos y no excluya a nadie».
En una misiva enviada al obispo de Rímini, Nicolò Anselmi, se hace eco del tema de este tradicional encuentro veraniego auspiciado por Comunión y Liberación: La existencia humana es una amistad inagotable. Un tema pertinente, ha reflejado el Pontífice, en un momento marcado por guerras y divisiones que siembran rencor y miedo y en el que «las diferencias aparezcan como síntomas de hostilidad y se produzca una especie de epidemia de enemistad».
«Es una situación de la que no se puede salir por uno mismo. La humanidad siempre ha experimentado esto: nadie puede salvarse solo», ha añadido. Y por eso ha animado a todos los participantes que se acerquen a los demás del mismo modo que Jesús, que «siempre tiende la mano, siempre busca levantar, sanar a las personas, que sean felices y encuentren a Dios».
Esto implica, ha continuado, «no permanecer sordos al grito que se eleva a Dios desde nuestro mundo». «No bastan los discursos, se necesitan gestos concretos y opciones compartidas para construir una cultura de paz en la que cada uno de nosotros se encuentre viviendo. Es un camino que todos pueden recorrer y la Iglesia no se cansa de animar a recorrerlo», ha sentenciado.
Lugar de amistad
Así, ha subrayado que ser lugar de amistad entre personas y pueblos, abriendo caminos de encuentro y diálogo, ha sido todos estos años la principal contribución del encuentro de Rímini. Y, por ello, les ha pedido que, «en esta hora convulsa», no desfallezcan en la voluntad de tener una amistad inagotable, «dispuesta a captar el bien que cada uno puede aportar a los demás».
Citando la encíclica Fratelli tutti, ha concluido recordando que las otras culturas no son enemigos de los que hay que defenderse, sino «reflejos diversos de la inagotable riqueza de la vida humana».
