Lo hace en un libro en el que conversa con el vaticanista Javier Martínez-Brocal. Se titula El sucesor. Mis recuerdos de Benedicto XVI. «Hablábamos de todo con mucha libertad», asegura
Será uno de los libros del año del ámbito religioso. Un año y unos meses después de la muerte del que fue durante diez años pontífice emérito, el papa Francisco se confiesa con el vaticanista español Javier Martínez-Brocal, corresponsal del diario ABC, en el libro El sucesor. Mis recuerdos de Benedicto XVI (Planeta). Se publica el 3 de abril.
«Un relato en primera persona de un escenario vaticano insólito: la convivencia, durante casi una década, de dos papas, Benedicto XVI y Francisco. En El sucesor se cuenta con naturalidad, y por primera vez, cómo fueron esos tiempos, sin esquivar las polémicas y dificultades que los marcaron», explica la editorial en una nota.
También avanza algunas de las frases de Francisco. Como la siguiente: «Benedicto y yo mantuvimos una relación muy profunda y quiero que se sepa, quiero que se conozca sin intermediarios. Él fue un hombre que tuvo el coraje de renunciar y, a partir de entonces, siguió acompañando a la Iglesia y a su sucesor».
O esta confesión: «A veces yo tocaba un tema; otras lo sacaba Benedicto. “Estoy preocupado por esto que pasa aquí”, decíamos. Hablábamos de todo, con mucha libertad. Cuando yo le planteaba una cuestión, me decía: “Pues habría que mirar por acá, o por allá”. Ampliaba el campo. Tenía esa capacidad de ampliar la visión para ayudarme a tomar una buena decisión. Nunca decía: “No estoy de acuerdo”. Sí recuerdo que decía: “Esto está muy bien así. Pero habría también que tener en cuenta esto otro…”. Ampliaba, siempre ampliaba».