“¿Pero quien es éste? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!” (Mc 4,41)
- La borrasca que sorprende a los discípulos ¿no puede reflejarse en las dificultades que nos acechan hoy como cristianos?
- ¿Por qué las tormentas que se levantan entre nosotros no nos llevan a desconfiar de nuestra aparente seguridad?
- Al ver calmada la tempestad, los discípulos se preguntan asombrados quién es Jesús. ¿No deberíamos nosotros hacernos todos los días esa misma pregunta?
- Se ha escrito que Jesús es un famoso desconocido. ¿Qué aspectos de su ser y de su obrar nos resultan mas difíciles de comprender?
- Los discípulos descubren con admiración que los vientos y el mar obedecen a Jesús. ¿Qué puede implicar hoy esa observación?
- Jesús pone de relieve el miedo de sus discípulos y les echa en cara su falta de fe. ¿Pueden aplicarse a nosotros esas palabras del Maestro?
- En mi vida personal ha habido momentos en los que temía zozobrar. ¿He invocado confiadamente al Señor buscando su ayuda?