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Encuentros Rise Up: «Cristo es quien más nos ama»

Los Encuentros Rise Up son un nuevo modelo de catequesis de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que desafía a los jóvenes a reflexionar sobre los grandes temas lanzados por el pontificado del papa Francisco: ecología integral, amistad social y misericordia. Rescatamos las catequesis del obispo de Cartagena, el obispo auxiliar de Madrid y el obispo de Albacete

Este jueves ha tenido lugar la segunda jornada de las los Encuentros Rise Up, un nuevo modelo de catequesis de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que desafía a los jóvenes a reflexionar sobre los grandes temas lanzados por el pontificado del papa Francisco: ecología integral, amistad social y misericordia. El obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, ha realizado su catequesis en Alcabideche, en la iglesia de Nossa Senhora da Conceição de Janes. 

El prelado ha indicado que «en este mundo hay gente que hace el mal y es egoísta, pero tenemos la esperanza de que hay gente que quiere hacer cosas realmente positivas e ir creciendo en la santidad. La triste realidad es que hay dificultades y hay mucha gente que lo pasa mal. Es posible que haya un mundo en el que todo sea fraternidad, pero luego uno ve la televisión y ve cómo se atacan unos a otros, en la política, la economía o en los deportes. Parece que nos gustan las situaciones de confrontación y, si no hay confrontación, parece que no hay vida, a pesar de que realmente cuando uno llega al fondo de la cuestión, donde está la respuesta de todo es cuando estás viendo que hay un ambiente de serenidad, paz y armonía».

Sobre si es posible la fraternidad universal, ha parafraseado al papa Francisco, quien «dice que sí, y yo estoy con él. Hay una cosa que dice el Papa, y es que Dios te ama y aunque alguno diga ‘ya lo sé’, debe escucharlo de nuevo. Dios te ama, no lo dudes, pero te ama a ti y al que puede ser tu adversario. La cuestión está en que la gente lo crea. No hay más secretos. Hay que creer que Dios te ama».

«Cristo es quien más nos ama»

Ha proseguido incidiendo en que «Cristo es quien más nos ama. Si Cristo no estuviera aquí, ¿qué haríamos nosotros aquí? Todos compartimos la misma ilusión de la misma esperanza. Cristo es la razón de nuestra unidad y quién nos hace capaces para vivir esta fraternidad universal. ¿Merece la pena hacer esto?, yo digo que sí».

Por último, ha querido recordar a los trabajadores de Cáritas, recordando que ayudan a mucha gente y que con ello, «están contribuyendo a la fraternidad universal. Cuando una persona vive una experiencia de este tipo, ayudando a la gente que lo necesita, está contribuyendo a esa fraternidad universal. Realmente tenemos la gran suerte de conocer a Cristo y es él quien nos lleva a unos y a otros».

El obispo auxiliar de Madrid, Jesús Vidal, ha realizado su catequesis en la parroquia de Algés, localidad colindante con Lisboa. Tal y como se indica en la página web de la archidiócesis de Madrid, ha comenzado su intervención dirigiéndose a los cientos de jóvenes que han acudido, indicándoles que «habéis dicho sí al venir a la JMJ». Y este «es un pequeño sí que irá creciendo; todos los síes que deis en vuestra vida son la repuesta de ese primer sí». En este sentido, «también Dios dice sí a vuestra vida, Él la ha tomado como suya». Por eso, «ahora la pregunta es: ¿cómo participo yo del sí de Dios?».

Sobre los dolores y las necesidades de los jóvenes, incluida la del trabajo, el prelado ha animado a abandonarse en María, porque «conoce perfectamente el dolor del corazón del hombre, tu dolor, y conoce cómo este dolor se refleja en el corazón de Jesús». Ante esto, ha animado a hacerle al Señor, a través de María, la siguiente pregunta: «¿dónde quieres que trabaje, cómo quieres que entregue mi vida? No quiero un trabajo de cualquier manera, quiero un trabajo en el que pueda entregar mi vida, desarrollarme y llevar a Jesucristo a los demás».

Monseñor Vidal ha continuado animando a los jóvenes: «Se os llama a generar una nueva cultura de la vida», que sea «capaz de generar una economía que incluya y acoja a todos».

La oración de intercesión, ha explicado el obispo auxiliar de Madrid, surge del deseo de Dios de entrar en el corazón de cada uno. Porque «Dios se ha implicado en tu dolor». «Que nos unamos a este deseo de Dios, a la relación que Dios tiene con la realidad, porque la nuestra es frágil y nos cuesta implicarnos».

Por otro lado, el obispo de Albacete, Ángel Fernández Collado, ha realizado su catequesis en Laveiras-Caxias, concretamente en el Jardim do Murganhal. El prelado ha agradecido a los presentes las ideas que han ido expresando, y sobre todo «por ese deseo de hacer cada día más realidad el amor de Jesús hacia nosotros. Él nos ama, nos quiere y vive junto a nosotros y nos da esa ayuda que tanto necesitamos. Ese amor del padre y es esa presencia del Espíritu Santo que va a iluminando nuestro corazón».

Ha querido reflexionar, afirmando que «en la vida nos vamos encontrando a buenos samaritanos que están o se mantienen al margen de la sociedad normal, pero ahí tiene que estar el cristiano como buen samaritano, atendiendo a aquel que se va encontrando en su caminar. Somos hijos de Dios, somos hermanos, somos una familia, por tanto juntos tenemos que seguir caminando, anunciando a Jesucristo y viviendo de su amor. Hay muchas personas que están solas en el camino, que han sido maltratadas, y ahí tenemos que estar de también nosotros como cristianos». 

«El poder de la familia»

Además ha añadido que «hoy más que nunca estamos viviendo tiempos difíciles, en los cuales las instituciones más afectadas y atacadas son el matrimonio y la familia. Instituciones donde aprendemos los valores humanos, donde mirando a los miembros de la familia, compartiendo y escuchando, nos hacemos seres humanos, sociales y por eso los poderes de este mundo desean destruir estas estructuras del matrimonio y la familia. Que angustia, dolor e inestabilidad se vive en la familia y eso se refleja en la vida social, al ver desmoronarse los hogares donde debemos crecer seguros y en un ambiente de unión familiar. Cuando Dios preparó el plan de salvación de los hombres, nos envió a su hijo, y lo hizo como parte de una familia, como un hijo de María. Asumió nuestra humanidad, se hizo frágil y vulnerable entre nosotros, así la familia es salvada cuando vive la vida como Dios dispuso para ella».

Por último ha explicado que «si fuésemos realmente conscientes del amor de Dios por la familia y las interjecciones con las cuales formó ese modelo de familia, seríamos más consecuentes y podríamos rescatar los verdaderos valores que lograrían restaurar tantos hogares que hoy viven el dolor de la separación».

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