La Asamblea de Francia ha aprobado por una amplia mayoría blindar el derecho al aborto en su Constitución
El Vaticano ha reaccionado públicamente ante la decisión de la Asamblea francesa de consagrar el aborto en su Constitución como un derecho. Lo ha hecho apoyando a la Conferencia Episcopal Francesa, que el pasado 29 de febrero habían reafirmado que el aborto «sigue siendo un atentado contra la vida en su origen».
«La defensa de la vida no es una ideología, es una realidad, una realidad humana que afecta a todos los cristianos, precisamente, por ser cristianos y por ser humanos», señala la Pontificia Academia para la Vida en una nota recordando las palabras del papa Francisco en una audiencia general.
Así, el organismo vaticano reitera que «en la era de los derechos humanos universales, no puede haber derecho a quitar una vida humana» y pide a los gobiernos que «hagan lo posible para que la protección de la vida humana se convierta en una prioridad absoluta, con medidas concretas en favor de la paz y la justicia social».
La nota concluye recalcando que la protección de la vida humana es el objetivo primordial de la humanidad y que este solo puede lograrse «si la ciencia, la técnica y la industria están al servicio de la persona humana y de la fraternidad».
En Francia, varios obispos han lamentado esta decisión. Es el caso del obispo de Limoges, Pierre-Antoine Bozo, que ha lamentado que el país «se enorgullezca» de incorporar el aborto a su Constitución por «casi unanimidad mediática y política».
«La anestesia colectiva de las conciencias no permite comprender que el aborto es un atentado contra la vida y un drama para las madres», ha añadido.