En el último discurso en Portugal, el papa Francisco ha pedido a los 25.000 voluntarios que han hecho posible la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa que sean «surfistas del amor», que se mantengan en las olas de la caridad y que el servicio en este gran evento «sea la primera de muchas olas de bien».
«Serán llevados cada vez más alto, más cerca de Dios, y esto les permitirá ver desde una mejor perspectiva vuestro camino», les ha dicho.
Tras escuchar los testimonios de tres jóvenes, les ha dicho que «quien ama no se queda de brazos cruzados, quien ama sirve y corre a servir, corre a entregarse en el servicio a los demás». También que ha visto el trabajo que han hecho, cómo respondían a las necesidades, aunque asomara el cansancio y las urgencias: «Tenían los ojos iluminados por la alegría del servicio. Ustedes posibilitaron este encuentro».
En su último discurso de la #JMJ2023 el #PapaFrancisco ha querido dejar un mensaje de agradecimiento y ánimo a los voluntarios de la #JMJ: "sigan así, sigan manteniéndose en las olas del amor, de la caridad, ¡sean surfistas del amor!"
#Lisboa pic.twitter.com/YGertKWqs9— Vatican News (@vaticannews_es) August 6, 2023
Al hilo de la historia de los voluntarios que hablaron, Francisco puso el foco en Jesús como motor de todo lo demás, en el encuentro personal por él. Pero también en el encuentro con los demás y en la entrega. «Para poner orden en la vida no sirven las cosas, las distracciones y el dinero, es necesario dilatar el corazón, ensancharlo abriéndolo al amor. No tengan miedo, dilaten el corazón», ha aseverado.