El Papa afirma en su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2024 que Dios no solo camina con su pueblo, sino en su pueblo, pues «se identifica con los hombres y las mujeres en su caminar por la historia»
El papa Francisco recuerda en su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que cada encuentro con una persona migrante al lo largo del camino «es una oportunidad para encontrar al Señor; y es una oportunidad cargada de salvación, porque en la hermana o en el hermano que necesitan nuestra ayuda, está presente Jesús».
Así, como ya ha dicho en otras ocasiones, «los pobres nos salvan, porque nos permiten encontrarnos con el rostro del Señor». El lema de la jornada, que alcanza su 110.ª edición, es Dios camina con su pueblo.
En este sentido, y al comparar la imagen del éxodo bíblico y del éxodo de los migrantes, recalca que en ambos casos «Dios precede y acompaña el camino de su pueblo y de todos sus hijos en cualquier tiempo y lugar». «La presencia de Dios en medio del pueblo es una certeza de la historia de la salvación», afirma.
Así, reconoce que muchos migrantes experimentan a Dios como compañero de viaje, guía y ancla de salvación: «Se encomiendan a él antes de partir y a él acuden en situaciones de necesidad. En él buscan consuelo en los momentos de desesperación. Gracias a él, ha y buenos samaritanos en el camino. A él, en la oración, confían sus esperanzas, Imaginemos cuántas biblias, evangelios, libros de oraciones y rosarios acompañan a los emigrantes en sus viajes a través de desiertos, ríos y mares, y de las fronteras de todos los continentes».
Y sentencia a renglón seguido: «Dios no solo camina con su pueblo, sino también en su pueblo, en el sentido de que se identifica con los hombres y las mujeres en su caminar por la historia —especialmente con los últimos, los pobres, los marginados—, como prolongación del misterio de la encarnación».
A modo de conclusión y antes de ofrecer una oración para la ocasión, el Pontífice pide unirse en oración a todos los que han abandonado su tierra en busca de condiciones de vida dignas: «Sintámonos en camino con ellos, hagamos juntos sínodo y encomendémoslos a todos, así como a la próxima asamblea sinodal, a la intercesión de la Virgen María».