En una nota de la Comisión para la Vida Consagrada, señala que el tono y el contenido de la carta y del manifiesto de las clarisas «no son propios del modo habitual de comunicarse de estas hermanas» y añade que «las expresiones confusas parecen fruto de engaños»
La Conferencia Episcopal Española (CEE), a través de la Comisión para la Vida Consagrada, ha publicado este jueves una nota ante la decisión de la comunidad de clarisas de Belorado y Orduña de apartarse de la Iglesia católica y someterse a un falso obispo, líder de una secta. Ante la confusión generada y las dudas de que toda la comunidad esté de acuerdo con la decisión comunicada por la abadesa, pide que cada hermana manifieste su postura.
De hecho, en la nota, se sostiene que «el desarrollo de los acontecimientos sugiere que no todas las hermanas suscriben la carta de la abadesa». «Igualmente, pedimos la apertura de todas las hermanas de la comunidad al diálogo con obispo, sacerdotes, personas consagradas, hermanos y hermanas de la Iglesia católica que, fueles a la verdad y en comunión con el papa Francisco, buscan el bien para este monasterio y para cada hermana clarisa».
Tras reconocer y apreciar el testimonio de tantas hermanas clarisas que viven en comunión con la Iglesia, lamentan la declaración de ruptura de la comunión con la Iglesia católica contenida en la carta de la abadesa y el denominado Manifiesto.
Y consideran que los motivos de descontento expuestos por la abadesa «tienen vías de solución distintas de la determinación que en ella se expresa y no encontramos relación proporcionada entre las causas expuestas y la conclusión a la que se llega».
Inspiradas en grupos sedevacantistas
«El contenido de dicho Manifiesto se corresponde con el que propugnan aquellos que niegan la validez del Concilio Vaticano II y son denominados sedevacantistas. El texto parece inspirarse en los principios básicos de esta corriente y, concretamente, entronca con un grupo que es considerado una secta por varios expertos», agrega.
A modo de conclusión, la nota de la citada comisión pone estos acontecimientos ante el Señor Jesús, «esperanza que no defrauda, como afirma el papa Francisco en la bula de convocatoria del Jubileo Ordinario del Año 2025».
«En virtud de nuestra misión de velar por y acompañar a la vida consagrada en España, nos comprometemos a seguir esforzándonos en trabajar por la comunión fraterna en la Iglesia; evitar posturas extremas y polarizaciones; incrementar el discernimiento espiritual en la vida cotidiana, personal y comunitariamente; crecer en la escucha a los hermanos a la luz el Espíritu Santo, como el camino sinodal indica, y cuidar las relaciones fraternas entre todos los miembros de la Iglesia», concluye.
Nota completa de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada.
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